Ni el Ejecutivo ni la Asamblea Nacional: ¡Que la Clase Trabajadora Decida!

Qué hacer ante las improvisaciones y para sancionar de manera correcta la Nueva LOT

Al momento de escribir esta nota, 19 de abril, todavía no se ha hecho público el proyecto de la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT).  Ya el 15 de abril como se dijo era tarde. Estamos hablando de la segunda ley más importante después de la Constitución: se trata de la gran Convención Colectiva Nacional de la clase trabajadora del país. Ni se conoció el Proyecto que se elaboró en la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional y ahora, la Comisión Presidencial encargada de su redacción recorre el mismo camino.  La solicitud  por saber el contenido de la nueva LOT se convirtió en desespero, no fue satisfecho a tiempo y no se sabe qué día de los que faltan para el 1° de Mayo se dará a conocer. Debido a este retardo, no habrá tiempo para una discusión organizada alrededor del borrador que debió haber presentado con sensata antelación la Comisión Presidencial. Y esto no se justifica porque desde el año 2000 se vienen haciendo propuestas. En fin, no se publicó el borrador de la LOT y los pocos anuncios que se hicieron por miembros de la Comisión Presidencial para su redacción produjeron dudas, preocupación e incertidumbre.

Ejemplo de la improvisación fue el estado de show que se produjo cuando el presidente Chávez dijo que la nueva LOT contemplaría un Fondo Nacional de Prestaciones Sociales, el cual sería obligatorio para los sectores público y privado. Y cundió el pánico, al ser secundado el anuncio del presidente por las torpes declaraciones del diputado Oswaldo Vera y Carlos López, miembros de la Comisión Presidencial para la Redacción de la nueva LOT e integrantes de la dirección de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores (CSBT).

Ambos explicaron “como un gran acierto”, que los trabajadores para hacer retiros de anticipos del 75% de sus prestaciones sociales tendrían mayores requisitos. Carlos López, expresó que a partir de entrar en vigencia ese fondo, los trabajadores tendrán que consignar los soportes que justifiquen cualquier solicitud de adelanto de prestaciones para evitar “gastos inadecuados”.  Y, casi considerándose como un vocero con una “potestad” que nadie le ha conferido, manifestó que los préstamos por adelanto de las prestaciones sociales de todos los trabajadores: “No puede ser para que las disfrute o para que se vaya a pasear por el mundo solo o a dilapidar su dinero”

Debido a lo anterior, la situación explotó los días 10 y 11 abril. En masa los trabajadores de las empresas privadas y algunas empresas del estado, abarrotaron las oficinas de Relaciones Industriales y las gerencias de plantas solicitando el 75% de sus adelantos de prestaciones. Al día siguiente de esa reacción, tuvo que salir Francisco Torrealba, también de la Comisión Presidencial para la Redacción de la nueva LOT y directivo de la Central Socialista de Trabajadores, a sacarles las patas del barro a sus compañeros, declarando que el Fondo sólo sería para el sector público y que la solicitud del anticipo de las prestaciones sociales se regiría por el mismo mecanismo que establece la actual LOT.

La reacción ante la información sobre la creación y el objetivo de ese fondo fue legítima y quedó en evidencia que inconsultamente se tenía previsto introducir un mecanismo regresivo en la nueva LOT. Ante el retardo en dar a conocer hasta ahora el proyecto de la ley y la incongruencia como se declara públicamente sobre los contenidos de la nueva LOT, se ha hecho evidente una injustificada improvisación que no entusiasma para nada a los trabajadores y trabajadoras ganados con el proceso, menos aún a ese sector de la clase que no terminamos de convencer y al que  estamos obligados a presentarle un proyecto de futuro digno en medio de la actual coyuntura electoral. 

Con esta nueva ley, nadie del proceso se puede equivocar en su formulación.  Esta ley va dirigida fundamentalmente a la Clase Trabajadora del país, la cual representa un factor esencial en el proceso del trabajo y de transformación del proceso productivo: nada se mueve en este país durante los 365 días del año sin la concurrencia de los millones de hombres y mujeres que viven únicamente de su trabajo.

En este sentido, el contenido y tratamiento para sancionar la nueva ley son dos aspectos trascendentes que el gobierno debe interiorizar de manera consciente para poder enviar una señal inequívoca y categórica al Pueblo Trabajador. Se trata de una herramienta central para dignificar las condiciones de existencia de la familia trabajadora y, por tal razón, tiene que prefigurarse en la ley un rumbo normativo que privilegie la fuerza de trabajo contra la explotación de la clase y el deterioro recurrente del medio ambiente. Una ley que se convierta en instrumento programático de la clase para hacer irreversible el proceso, para que cobre coherencia y conexión la actual coyuntura electoral con relación al futuro inmediato. Por eso no puede haber errores que generen desencanto y que se traduzcan en pérdida de confianza en el proceso. La victoria del 7 de Octubre depende significativamente de la nueva LOT y lo que ella contenga definirá de manera decisoria el comportamiento consciente del Pueblo Trabajador como electorado que trasciende un acto comicial coyuntural.

Desde los primeros días de febrero, y con suficiente antelación, exhortamos al gobierno a presentar con tiempo el ante proyecto de la nueva LOT para que se conociera su contenido y para que los trabajadores pudieran debatirla y enriquecerla de manera organizada (http://www.aporrea.org/trabajadores/a140566.html). Igualmente planteamos la necesidad de legitimar la nueva ley, una vez conocido el borrador y discutida en la base, a través de un Referéndum Aprobatorio.  Ahora, faltando menos de 12 días para el ejecútese de la nueva LOT como se tiene previsto y no conociéndose su contenido, la dos propuestas cobran aún más sentido y se hacen mucho más necesarias e imprescindibles que antes.  Primero, porque nadie conoce hasta hora el borrador: y lo correcto, en medio de un proceso  con conquistas democráticas, participativas y protagónicas, sería abrir un periodo de consulta entre la clase trabajadora sobre su contenido. Lo segundo, complementario por su carácter constituyente, es la realización del ejercicio refrendario para que sean los propios trabajadores y trabajadoras quienes la aprueben.

Son dos propuestas en las que insistimos y que están en toda la línea de las claves del proceso revolucionario.  Que inexplicablemente el gobierno se las salta, cuando constituyen herramientas políticas y metodológicas para activar el Pueblo Trabajador en un acto de debate y decisión multitudinario que blindaría la propia LOT y la victoria del 7 de Octubre sobre bases programáticas sólidas.

Sí dan los tiempos.  Este 1° de Mayo hay que convertirlo en un momento excepcional del proceso y sería un error de carácter coyuntural-estratégico para el gobierno, no abrir los cauces hacia un ejercicio protagónico de carácter anticapitalista y transicional que active el sujeto constituyente del proceso: el mecanismo más democrático y efectivo para mantener movilizado al Pueblo Trabajador y Bolivariano en defensa del proceso.

Marea Socialista
19 de abril de 2012



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