Lo primero a comentar es que de manera inhumana e irresponsable los bolivarenses fueron sometidos a una tranca que lideraron un grupo de trabajadores sidoristas, la medida fue y lo será siempre, un error político en detrimento de las empresas y los ciudadanos. ¿El conflicto?, una cadena de errores gubernamentales que jamás han informado con la verdad por el laberinto de intereses de todos los sectores. La propuesta más sensata, planteada por Chavez y sobre la cual se trabajó y se hicieron documentos, consistió en la la creación de la Corporación del acero y del aluminio, y de esa manera discutir un solo contrato colectivo para todo el mundo, en unas empresas que desde hace rato no tienen coherencia ni plan gerencial, y la mayor cuota de responsabilidad reposa en el gobierno y los presidentes que han pasado por las empresas.
Ahora bien, Diosdado llega sorpresivamente a Macagua y ofrece una rueda de prensa, para apoyarse en la molestia de la gente por el bochinche en que se mantiene Sidor y que ya está afectando a amas de casa, taxistas, estudiantes, y comunidad en general. Debido a las protestas no había gasolina, los taxistas estaban cobrando hasta 500 bolívares por una carrera que normalmente cuesta 100, y la mayoría de los negocios cerrados porque nadie podía movilizarse por la ciudad, todo por una cultura del me da la gana. Diosdado habló fuerte, claro y duro, pero a destiempo y obviando la cuota de responsabilidad del gobierno y la cadena de decisiones erradas que agravaron el conflicto. Es justa la eliminación de la tercerización, lo que no significa que haya sido transparente el ingreso de personal que jamás fue tercerizado y ahora suma su trasero a una costosa nómina parasitaria de la renta petrolera.
Pero además las decisiones se asumen, se discuten y se evalúan a puertas cerradas, como debe ser, pero sin responsables cuando el tiempo demuestra que fueron erradas. Se anuncia un revolcón en cada ministerio para evaluar su burocracia, y las carteras del sector económico e industrial son los primeros a examinar, la evaluación es satisfactoria según lo anuncia el vicepresidente, así que la situación de las empresas pudiesen hacer pensar que los ministerios del trabajo y de industrias deben salir reprobados y declarados en prioridad para su revolcón. ¿Alguien puede dar razón de para qué son las inspectoría de trabajo?. Es vox populi que el famoso bono por el retraso de la discusión del contrato colectivo ya se pagó en otras empresas, ¿por qué?. Es vox populi que hay demasiadas construcciones privadas en Ciudad Guayana con demasiadas cabillas y demasiado cemento como para no pensar que alguien está sacando su buena tajada, ¿quién y por qué?.
Es vox populi que en la lógica sindical, el que más grita y es más bochinchero será el líder del sindicato, mientras más loco, más líder, y de eso saben en Ferrominera, donde el amigo de Capriles Radonsky salió de la cárcel como héroe y con contrato firmado. ¿Quién decide esas cosas y por qué?. Bueno, nada es perfecto, usted respóndase en el baño, en voz baja si Sidor y las declaraciones de Diosdado fueron un error político.
