Para nadie es un secreto que el gobierno nacional sutilmente está reuniéndose con varios dirigentes sindicales (de línea oficialista) en una aparente o conveniencia supuesta discusión colectiva como pasó con PDVSA, Metro y otras que faltan por notificar. Entre ella se incluye corpoelec como empresa de la industria eléctrica del estado venezolano, integradas por 14 operadoras. Unificadas en el año 2007, un monstruo que a sido dolor de cabeza a todos los ministros y directivos nacionales que han pasado desde ese entonces, no han logrado llenar las expectativas que el pueblo merece; ninguno de los jerarcas colocados a dedo tanto por el difunto Chávez como el obrerista Maduro, con todos y los motores de arranques prometidos en diferentes planes, proyectos e inversiones no han logrado levantar vuelo siendo la única empresa vital de la nación en cuanto a la calidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Los trabajadores activos y jubilados hasta el presente ven cómo la gran empresa del estado venezolano sufre los avatares de la decadencia de todas sus dependencias por la mala gestión y administración. Se abre un compás, de reabrir o discutir lo que no se ha logrado en las anteriores discusiones en cuanto a seguridad social, económica, salud, reivindicaciones y otras cláusulas que el 70 % de ellas nunca se cumplieron, más fueron desmejorando hasta llegar a lo que hoy día viven los trabajadores en Corpoelec.
Comenzarán los delirios de protagonismo y populismo de los aprovechadores y enchufados jalando a sus intereses personales. La mayor riqueza de esta empresa son sus trabajadores ( unos ya jubilados,otros dejaron este mundo, el resto sobreviviendo); merecen una verdadera convención equilibrada, justa y satisfactoria para todos, si de verdad es una convención o una homologación de ciertas cláusulas.
Se han violado e incumplidos todos los puntos contractuales, que a la final los más golpeados son los jubilados, quitándoles lo que llamaríamos justicia y derechos que han mermado hasta desaparecer la calidad de vida que merecen como baluartes; dieron la mitad de sus vidas a una gran empresa, que con el tiempo los incapaces e ignorantes destruyeron.
En la unión están las fuerzas, para levantar la voz de todos los trabajadores, pueda lograrse una discusión justa, buena en cuanto sueldos y salarios para todos, hacer lo que se tenga que hacer para levantar la industria eléctrica con una calidad de vida sustentable que motive sus trabajadores.
El espectáculo ya está a la puerta con sus golpes bajos entre empresa y Fetraelec, interrogantes que el tiempo responderá cuando se calienten las sillas en mesas de negociaciones. Se espera no sea un contrato aprobado o firmado unilateral como acostumbra el gobierno en estos casos de convención colectiva.
Entre verdades y mentiras la familia Corpoelec anhela lo mejor para la empresa socilaista de todos los venezolanos. Llegar a buenos términos y no quedar electrocutados con incumplimientos del llamado patrón estado.