Ya transcurridas tres semanas continuas del "conflicto" de los maestros con el patrono es oportuno valorar las posibilidades y alcances reales de la "lucha gremial y reivindicativa" que esta signando los desafíos que este 2023 enfrenta el gobierno de Nicolas Maduro, considerando el panorama político de nuestro días.
Comienzo señalando que los hechos están demostrando que se equivocaron quienes creyeron que la paralización de las actividades docentes (primaria y secundaria) a nivel nacional, causarían "caos y crisis" al gobierno y le "torcerían el brazo", a las primeras de cambio. El patrono, en este caso representado por el gobierno, no solo tiene capacidad de resistir sino que además de la experiencia acumulada cuenta con el contexto favorable pospandemia que sepulto la educación pública y su valoración social en la Venezuela del presente.
El patrono sigue contando con la subordinación y sumisión de las "organizaciones sindicales" quienes por ahora se presentan como actores pasivos en el conflicto, pero que nadie dude que ocuparan el rol protagónico que como representantes legales del gremio les corresponde.
La "lucha salarial y reivindicativa" de los maestros desde sus inicios ha sido permeada por factores y actores que tienen una clara e innegable "agenda política" y si bien han intentado simularla, cada día estos son más difíciles de ocultar y la lucha gremial, laboral y reivindicativa de los maestros se transforma en una lucha política por "enfrentar al régimen dictatorial de Maduro". En la medida en que los estrategas y planificadores de lucha sean quienes tienen un claro objetivo político, las acciones priorizaran esa agenda. El gobierno además de experiencia en enfrentar y derrotar a estos actores, cuenta con la apatía social y el desencanto general por la "oposición política", después del estrepitosa derrota del interinato de Guaido.
El gobierno además de disponer del aparato comunicacional a su favor, que le permite mostrar una realidad de "normalidad" en el país, cuenta con experiencia acumulada para enfrentar y superar "conflictos". Una muestra de ello fue como en pocos días "resolvió" lo que la primera semana del conflicto docente ocurría en Guayana con trabajadores de la CVG, apelando posiblemente a la "chequera" gubernamental, pero garantizado sobre todo el dialogo y la paz social, que es una de las "banderas" del gobierno actual.
Si bien el gobierno no ha dado respuesta satisfactoria a la demanda de los maestros por lo cual el conflicto se mantiene después de tres semanas, no luce improbable que el patrono termine presentando una propuesta de contratación colectiva avalada por los sindicatos del gremio con lo que se terminaría poniendo fin a las "razones legítimas" del conflicto, lo que obligaría a quienes se mantienen en protesta a retornar a sus labores ordinarias.
Lastimosamente no aparecen vocerías del gremio que resalten la "lucha salarial y reivindicativa del gremio", deslindándola cara y frontalmente de quienes tienen claras aspiraciones políticas. La negociación final se dará entre los "sindicatos" que han actuado en favor del patrono, subordinando los intereses de los trabajadores.
PD: Siendo maestro, es imposible no solidarizarse con la lucha salarial y reivindicativa de los trabajadores de la educación a la vez que lamentar y repudiar que sectores políticos desvirtúen esta justa lucha, en favor de los actores políticos con intereses y propósitos distanciados de la lucha gremial de maestros y trabajadores del MPPE.