En CANTV conmemoramos hoy 28 de junio el día del Telefonista en medio de agrados y sin sabores contradictorios. Recuerdos, tristezas, rabias, alegrias y esperanzas. Un pensamiento del viejo maestro Simón Rodriguez nos identifica, a los telefónicos, en plenitud ....." Yo no quiero que me den, sino que me ocupen ....Muchos hombres de bien se entristecen al ver juntas las dificultades que presenta la empresa -otros desesperan-, y arrepentidos todos de haber cooperado o consentido, emplean el tiempo en suspirar y en maldecir...Cuales pasajeros novicios, a bordo ...el día de una borrasca. No es tiempo de maldecir su suerte, sino de pelear contra ella. En lugar de echarse, unos a otros, la culpa de haberse embarcado...ayúdennos a maniobrar...Tirar de las cuerdas o echarse al agua, mueran si quieren; pero no nos desanimen ".
Ayer, certificación, evaluación de capacitación y actuación, curso, adiestramiento, años de experiencia, derechos, democracia, opinión, respeto y dignidad fueron borrados de un plumazo para imponer su voluntad y poder económico la bota extranjera transnacional, global, neoliberal, de agresiones y desprecios.
Hoy, inseguros como estamos muchos, acerca de cuál es el verdadero sistema de valores y acobijados de sentimientos de pérdida de lo valioso, hemos iniciado el camino con la Nacionalización de CANTV. Hacerla realidad es el desafío y el reto.
Mañana, telefónicos solidarios, laboriosos, honestos, participante de la vida diaria, de la técnica, de las normas jurídicas, para construir una sociedad humanista, con prosperidad económica, igualdad, equidad, participación democrática, protagonismo social y comunal, tolerancia, paz y sobre todo hagamonos sentir para que seamos tomados en cuenta.
Felicitaciones a todas y todos los telefónicos, por la unión y solidaridad de la gran familia Cantevista.
«..............Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de la fama y del secreto, mi madre fue la Eternidad; los límites de mi imperio los señala el Infinito; no hay sepulcro para mí, porque soy más poderoso que la Muerte; miro lo pasado, miro lo futuro, y por mis manos pasa lo presente................. ».
Simón Bolívar, Mi delirio sobre el Chimborazo.