Los revolucionarios del país y de toda latinoamericana nos sentimos de jubilo por la designación del camarada Roberto Hernandez W. como nuevo Ministro del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social. Es un nuevo reto para el camarada y también, una nueva victoria para la Clase Obrera.
No creemos necesario gastar lineas aquí, en este artículo, escribiendo su biografía, o que hablemos de su amplio currículo. No. Gran parte del pueblo, y todos los revolucionarios, incluso, nuestros enemigos (los lacayos) conocen bien el historial de lucha indoblegable de nuestro camarada Roberto Hernandez. pero más bien, creemos necesario hablar sobre el contexto en que se produce su designación como nuevo Ministro para ese importanticimo despacho del ejecutivo. Veamos.
Sin lugar a duda, nuestra revolución avanza por el correcto y único sendero para la reconstitución de los lazos de amor, igualdad y fraternidad en nuestra sociedad, el socialismo; y el rescate de los sueños bolivarianos de la patria grande y soberana. Las nacionalizaciones y re-nacionalizaciones (y sus nuevas relaciones de propiedad social, de producción y distribución socialista), el nacimiento de las Comunas (el Poder Popular) y nuestras insurgentes Fuerzas Armadas Bolivarianas, etc. así nos lo demuestra.
Hoy más nunca, cuando recrudece de forma más visible, decisiva y determinante la lucha de clases -el verdadero motor de la historia-, dentro de nuestra sociedad y frente al imperialismo (el mayor perdedor y agraviado por la aplicación de las políticas nacionalizadoras del gobierno revolucionario, especialmente, en las industrias del petroleo, cemento, siderurgia y de alimentos, etc.); hoy, cuando las definiciones están a la orden del día, y “solo difusas para el que no quiere ver”; hoy, cuando la revolución reclama de más y mejores revolucionarios para alcanzar sus fines humanistas; cuando entendemos, con más claridad que, ella (la revolución), es solo obra de revolucionarios, de su vanguardia más consciente y comprometida; cuando entendemos mejor que, es el Marxismo nuestra mejor arma, y la Clase Obrera, la única llamada a cumplir su papel histórico en la lacha contra los monopolios y los capitalistas “nacionales” por la socialización de sus medios de producción; hoy, cuando la Clase Obrera parece diluirse y atomizarse, aun más, en enfrentamientos fratricidas, intestinales y sin sentido, en donde el único beneficiario es el imperialismo, el Comandante Chávez, consecuente con la definición de encabezar un gobierno verdaderamente obrerista, designa a Roberto Hernandez W. -uno de sus mejores hijos, un marxista convencido, de inmensa juventud acumulada y el más convencido de que la mayor garantía de la Revolución Bolivariana se encuentra en la Unidad de la Clase Obrera- para encabezar tamaña responsabilidad.
Los revolucionarios nos sentimos seguro de que el camarada Hernandez cumplirá su papel como revolucionario, luchará contra la ineficiencia y la corrupción en el Estado -que tanto ha combatido en sus espacios y expresado en sus escritos- y encontrará las mejores vías para alcanzar la unidad de la Clase Obrera en pro de la revolución.
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