Luego de la histórica recuperación por parte del Estado venezolano, de la siderúrgica del Orinoco, la cual estuvo en manos de la transnacional Techint por 10 años, y después que nuestro máximo líder estableciera los lineamientos para la más importante planta siderúrgica del país, quien indicó el 12 de mayo, durante la firma de nacionalización, que Sidor debería convertirse en una empresa modelo de gestión socialista, surgen algunos objetivos tácticos que deben ser considerados por las autoridades nombradas para dirigir los destinos de nuestra factoría y por los trabajadores y su dirigencia sindical:
La máxima dirección de la empresa, debe recaer sobre hombres y mujeres que cumplan con al menos, el siguiente perfil:
Compromiso con el proceso revolucionario: porque de no ser así, difícilmente se podrá avanzar hacia una empresa socialista. Si se nombra en los cargos directivos a personas que no creen en el socialismo o son enemigos del proceso de cambios que lideriza el Presidente Chávez, estos no solo no empujarán el barco hacia ese destino, sino que obstaculizarán esta meta.
Solvencia moral: para poder lograr que Sidor sea una empresa sana administrativamente, es necesario contar con directivos que modelen una conducta de alta ética y moral.
Competencia: conocimiento académico y experticia, que permitan inducir rápidamente hacia el objetivo de lograr una empresa eficiente y propender hacia una desarrollo aguas debajo de los productos elaborados en Sidor.
Humanidad: para romper definitivamente con la política del látigo no solo instaurada por la transnacional, sino por la Sidor de la IV República.
Existe también un compromiso de parte de todos los trabajadores y su representación: expresado en el trabajo tesonero y responsable y no ver a la empresa como una piñata a la cual hay que caerle a palo, para sacarle hasta el último caramelo. Entender la obligación que tiene Sidor de generar beneficios para toda la sociedad y no convertirnos en una cúpula de trabajadores que copien el modelo capitalista, donde pretendamos quedarnos con todas las ganancias que genere la empresa, sin importarnos las necesidades que tienen nuestros compatriotas.
Considero que solo atendiendo estas consideraciones, podremos avanzar hacia la construcción de una Sidor eficiente, humanista y socialista.
Por otra parte, se requiere un cambio cultural, y allí entró en el escenario sidorista, una organización revolucionaria, el Frente Revolucionario de Trabajadores Siderúrgicos, cuya misión es justamente contribuir al cambio cultural de los trabajadores del sector siderúrgico, para contribuir con los objetivos arriba señalados. La escuela de formación ideológica, la creación de la Universidad Sidero Metalúrgica en la antigua sede del Centro de Investigaciones de Sidor, y el impulso al Consorcio Siderúrgico Nacional, para el desarrollo aguas debajo de los productos siderúrgicos, así como la contraloría social, son algunas de las propuestas de esta novel organización, que con apenas un mes de haber sido creada, ya cuenta con un número importante de trabajadores revolucionarios de Sidor y de otras empresas siderúrgicas de Ciudad Guayana.
Todos unidos podemos hacer, que la nacionalización de Sidor, se convierta en la punta de lanza del desarrollo de nuestro país.
*Trabajador de SIDOR
sirpje@sidor.com
