Toda revolución está destinada al fracaso si se esfuerza en conservcar un
carácter legitimista y respetuoso. En la Revolución Bolivariana y
específicamente en las empresas del Estado han surgido muchos "amigos del
pueblo y del trabajador", que esperan obtener la libertad mediante una
sucesión de leyes económicas, aplicadas con una escrupulosa prudencia, y
apoyadas por una generosa propoganda literaria progresista. Sin embargo,
los trabajadores y trabajadoras estamos asumiendo un rol cada día más
protagónico, en el cual, se le hace saber al supervisor, que un gerente no
es más que un servidor retribuido de la nación.
La diversidad de la vida social venezolana, el lento crecimiento de los
intereses comunes derivados de la división nacional del trabajo y la poca
multiplicidad de los intercambios internos, han hecho que muchos
"revolucionarios" crean que la sociedad venezolana es un cadáver
pestilente, se confunden con nuestro putrefacto Estado, no conocen el
concepto marxista del Estado. Es por ello que es correcta la interpretación
de la situación, por parte del Comandante Chávez, al llamar a derrocar la
IV República (viejo Estado capitalista) y crear unas nueva sociedad, la
socialista, la V República, basada en la fuerza de resistencia de la
sociedad venezolana muy llena de vida.
Nadie puede pretender dar un golpe de mano a la sociedad y a los
trabajadores organizados, sin que levantemos la voz de protesta en todo el
país. Las acciones burocráticas contra el sindicalismo revolucionario,
defensor de los derechos de la clase trabajadora, y contra la dignidad de
cada trabajador, pueden marcar el inicio de un levantamiento espontáneo de
los trabajadores, a menos que se entienda que la clase trabajadora es el
sujeto político revolucionario, al contrario de aquéllos sectarios que
ubican como sujeto político a los individuos, a los "cuadros" sin partido y
sin apoyo popular. Si realmente se cree en el socialismo, todo supervisor
debe someterse o subordinarse a este sujeto, en lugar de utilizar todo el
poder que le proporciona el aparato putrefacto del Estado burgués para
aplastar las acciones revolucionarias de los proletarios. No se puede ir
declarando la revolución y por otra lado defecando demonios capitalistas.
En nuestras empresas públicas existe la interpretación de ciertos actores
gerenciales que todo trabajador es aburguesado y que tiene excesivas
prebendas, por lo cual la acción "social" de las empresas deben dirigirse a
la "comunidad". Camaradas, el trabajador de toda empresa pública, en este
caso PDVSA, es parte del Pueblo, sufre las mismas penurias y deficiencias,
aunque muchos de nosotros no las veamos.
Sintraintevep, el sindicato revolucionario de PDVSA-Intevep, tiene pruebas
demostrables que el trabajador petrolero y su familia está pasando por una
insoportable situación de degradación de su calidad de vida. Es urgente
evitar la caida del salario real del trabajador o trabajadora, ya que las
necesidades alimentarias no conocen de estos límites arbitrarios,
mantenidos a favor de la burocracia y los reformistas de izquierda en el
seno de la revolución.
¡¡La clase trabajadora unida jamás será vencida!!
Saludos Bolivarianos
Saludos Marxistas
(*)Trabajador Petrolero de PDVSA-Intevep
Corriente de los trabajadores marxistas de Intevep-CTMI
garcialwx@pdvsa.com
¡Socialismo o Barbarie!