Venezuela: Democracia y petróleo

Ingreso a Mercosur

“La buena intención no justifica el mal juicio” y todos los argumentos expuestos, hasta ahora, 31 de diciembre de 2011, que pretenden impedir el ingreso de La República Bolivariana de Venezuela al Mercosur, son prejuiciados y todos, absolutamente todos, parten de una mezquindad histórica de las viudas del Puntofijismo. Todos intentan descalificar al Presidente Chávez, no quieren reconocer la visión holística que lo caracteriza. Sin adulancia alguna. Contamos con un Presidente de alto vuelo internacional y Él mismo, desde que se lanzó a la palestra electoral, lo ha dicho: “Águila no caza mosca”.

Ninguno de los encumbrados diplomáticos, de los cuarenta años del puntofijismo, ha querido reconocer que tenemos un Presidente de la Era Democrática Venezolana, que define una Agenda Internacional coherente e inherente a la naturaleza del Pueblo Venezolano: soberanía, independencia, igualdad, solidaridad, solución pacífica de los conflictos, cooperación internacional, respeto a los Derechos Humanos, ayuda a los más necesitados y nada de sumisión a los intereses foráneos.

Como ejemplo pudimos ver que apenas comenzó el Gobierno, visitó el 11 de agosto de 2000, la milenaria e histórica ciudad de Bagdad, cuando correspondió a Venezuela la Presidencia de la OPEP, y en esa condición lo recibió Sadam Husein, Presidente de Irak, país miembro fundador de la organización. Situación ésta que sirvió de preámbulo a la II Cumbre de la OPEP, en septiembre de ese mismo año en Caracas. Con ello apuntaló al organismo, lo fortaleció y recuperó; estabilizándose los precios en niveles justos para todos sus miembros. Ya que para antes, en el segundo lustro de los noventa, con precios por debajo de USA$10, se calificaba, entonces, a la OPEP como organismo integrado por “Pinochos”.

Igualmente, en abril del año 2001, en la Cumbre de Québec, Canadá; el Presidente Chávez decide no aprobar la fecha límite impuesta para incorporarse al Alca, enero 2005. Situación que aplazó dicho límite, de incorporación al Alca, para el año 2010, hasta enterrarlo y desaparecerlo, como ocurrió en Mar del Plata, en noviembre del año 2005, nadie se atrevía a enfrentarse a los EEUU en su intención de ejercer control sobre los demás estados de América Latina, bajo el pretexto de desarrollarlos económicamente, tratándonos como su “patio trasero”. Sin embargo, hay que decirlo, se firmaron unos TLC ( Llamados Alquita) con algunos países como México: ocurriendo una devaluación de los estándares laborales a niveles ínfimos en los trabajadores mexicanos, un comprobado incremento del narcotráfico en la frontera con EEUU y su secuela, la ejecución de ciudadanos enfrentados por la obtención de mercados de la droga en esta renombrada superpotencia y belicista Nación.

En diciembre la Cumbre Celac, en Caracas, todavía no ponderada, apenas recién promovida por el Presidente Chávez, ya se está convirtiendo en el Foro más importante de la región, en el año que culmina; para enfrentar retos en equipo y con un solo Norte, el Sur. No es que sólo lo digan los afectos al Gobierno, no, se ha convertido en un encuentro fundamental para el diálogo histórico, que hace ver a quienes se oponen a todo lo que hace el Presidente como una partida de enanitos, sin Blanca Nieves alguna en todo el panorama Nacional. La Celac apuntalará el Bolivarianismo en la región, hacia un destino superior de integración política, económica, social y cultural.

Aún cuando la potencia cuenta con recursos y tiene previsto imponerse a los países de América Latina, lucharemos contra su intención de esclavizarnos aunque la vida se nos vaya en ello.

Así, demos “honor a quien honor merece”. La inclusión de Venezuela es una oportunidad extraordinaria para aumentar la relevancia geopolítica de Mercosur en el Mundo. Pero, lo que está ocurriendo es que no se quiere reconocer, por parte de los puntofijistas nacionales y extranjeros, la visión estratégica geopolítica y nacionalista que tiene el Presidente Chávez, su compromiso democrático profundo que le ha permitido hacer los cambios y transformaciones políticas en Venezuela y que se requieren en todos los países de América Latina y el Caribe.

Hace apenas algo más de dos década, en 1989, se pretendió la imposición de medidas de ajuste, estructural antidemocráticas y confiscatorias de los recursos mineros y económicos de los pueblos, contempladas en los proyectos neoliberales, sin distinción de niveles de desarrollo en los países, como son: facilitar sin restricciones flujo de capitales de los países pobres hacia los ricos; imposición de precios en sus productos importados; eliminación de aranceles en los países en los que invierten sus capitales; alto endeudamiento y armamentismo de los países pobres; devaluación y minimización de los estándares laborales y Caracas, al final de febrero de ese año: dijo que no y no es ¡NO!.

Lo que más está ofreciendo, Venezuela, es precisamente, Democracia y Petróleo.

joseluisperezequis@yahoo.com


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José Luis Pérez


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