Es mucha el agua que ha corrido bajo el puente hasta el día de hoy desde que tomaran las riendas de la Asamblea Nacional su nueva -y electa por mayoría- dirigencia política. La espera desespera y así se encuentra el pueblo en gran parte de Venezuela: a la ESPERA. A la espera de que verdaderamente comiencen a verse -aunque de a poco- los cambios de los cuales tanto eco se hicieron los nuevos diputados durante sus campañas. Se ha descubierto, de manera descarada por cierto, que ésas promesas (“...¡la última cola que hará el pueblo venezolano será la cola para votar este 6-D!”), solo fueron mera publicidad para ganar los votos incautos de quienes creyeron en 'cuentos chinos'. Hay grabaciones publicadas de esto, dicho por ellos mismos, no lo estoy inventando yo.
El show mediático está montado, señores(as) de Venezuela, tomen asiento que la función comenzó el mismo 06 de Diciembre y hoy continúa. Quien dirige la batuta del circo es el Sr. Henry Lisandro Ramos Allup, aunque algo me dice que hay gente más arriba, que no vemos obviamente, pero que son realmente los “dueños del circo”, ¿entonces quién es él?, ¿el payaso mayor?, no sé, me pregunto. Tan pronto como asumió su cargo se ha dedicado exclusivamente a despotricar, ofender, gritar (rayando en lo ridículo además), todo lo que tenga que ver con la dirigencia anterior comandada por Diosdado Cabello. Ésta ha sido su función, más bien su trabajo desde que asumió la jefatura de un cargo con tanto rango y valor a nivel nacional.
La 'espinita' la tiene y no lo disimula lo más mínimo. Es por ello que, una de las razones más importantes (para él), de haber asumido ese nuevo cargo, es el hecho de poder gritar, renegar, insultar, injuriar, mofar y una cantidad considerable de verbos con terminación en 'ar', muy lejos de lo que realmente es la esencia de su puesto: hacerse cargo -junto con el gobierno- de la problemática que está carcomiendo al pueblo venezolano en las calles: LA ECONOMÍA. Ya la vaina va pa'tres meses Sr. Allup y no se ven visos de querer enmendar este peo. De lo único que nos damos cuenta es de cuánto le duele tener que asumir que hay un Gobierno que durante 17 años -y contando- se mantuvo gracias al amor de un pueblo por su líder indiscutible: Hugo Rafael Chávez Frías y a todo lo que éste hizo y representó durante ese tiempo. Todo lo que le huele a 'rojito' se lo sacude y no quiere nada con ese color. ¡Sape!, dirían.
La teoría sin la práctica no tendría sentido, la una hace parte imprescindible de la otra, esa fusión tan importante es la que filosóficamente Marx denominaba como la 'praxis'. En este sentido, ya se han asumido ciertas medidas, diálogos, propuestas y proyectos en vías de solventar o al menos comenzar a mitigar los problemas económicos que hoy consumen al país entero. Cabe destacar que la mayoría de estos postulados provienen del Gobierno. Lamentablemente, a mí parecer, esto lejos de discutirse objetivamente, teniendo como eje principal del problema, al venezolano(a), lo que ha ido es cayendo en una vorágine cíclica en la que pugnan los intereses políticos de las dos principales toldas. Una disyuntiva que se va acrecentando y que va dejando como secuela el hecho de que quienes padecemos de la crisis en forma directa no podamos ver la luz al final del túnel. Siento que los proyectos se están empapelando, engavetando, postergando. En líneas generales, que se están saboteando. No se están llevando a la práctica, al 'ejecútese' que permita ir dándole rumbo al menos, en el corto plazo, a la solución de los principales problemas.
El llamado es a usted, Sr. Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ciudadano Nicolás Maduro Moros a que tome cartas en el asunto. Lo he escuchado atentamente los últimos meses proponer planes estratégicos que teóricamente deberían ir enrrumbando la economía del país a senderos productivos que vayan apartando el destino de la nación de ese modelo rentístico-petrolero que tanto daño le ha hecho. El no haber “sembrado el petróleo”, a decir del gran Arturo Uslar Pietri, nos esta pasando factura en estos momentos. Pero como no estamos, ni tenemos tiempo de andar discutiendo propuestas intelectuales de antaño (hoy vigentes más que nunca), es momento entonces de que actúe Sr. Presidente y tome usted definitivamente las riendas de ese legado tan importante que el Comandante Chávez dejó en sus manos. Quienes apoyamos en vida al fallecido líder, también pusimos en sus manos, Sr. Presidente, el destino de la patria tal y como lo hacíamos con él. La confianza de toda esa masa chavista es una de las responsabilidades más importantes que usted asumió como valor agregado bajo el cargo que le fue conferido, lo cual no es poca cosa. En base a esto, el pueblo hoy le exige respuestas, soluciones y acciones definitivas. Sabemos que no se la están poniendo fácil, sobre todo a nivel legislativo (aprobación y ejecución de leyes), pero la pelea es peleando y el pueblo -me incluyo- quiere pelear con usted en tanto que vea realmente que su gestión está dando sus frutos. Las acciones dicen más que las palabras y estamos cansándonos de la palabrería. Chávez fue un hombre de acciones y su Gobierno también lo fué. Y ello no disminuyó el hecho de reconocer a Chávez como un gran orador.
Sr. Presidente,
¡prescinda de lo que, o de quién tenga que prescindir,
bote a quien tenga que botar,
erradique lo que haya que erradicar,
extraiga de raíz todo lo malo y
corte las cabezas que tenga que cortar!.
Debemos ser autocríticos. Esa fue una de las premisas de Chávez: la autocrítica. La corruptela interna hay que irla desechando. Tanto mal le ha hecho a esta revolución. Comencemos a trabajar por el futuro, pero para ello necesitamos de un buen presente. Produzcamos. No importemos más bien exportemos. Hagamos contraloría de los procesos que se llevan a cabo en los Mega-Proyectos Nacionales: tantas empresas y fábricas nacionalizadas deberían ser hoy vanguardia y ejemplo en este ámbito, no abandonadas a su suerte siendo gerenciadas por el 'compadrismo' imperante aún hoy. No seamos lo que tanto combatimos y no nos convirtamos en lo que, en los últimos dos decenios, hemos rechazado y odiado con tanto ahínco.
Disponga usted de sus herramientas como mandatario que, repito, en tanto el pueblo vea más hechos y menos palabras, sabrá agradecer y lo seguirán apoyando. No caiga usted en ese juego en el que quiere tenerlo la derecha. Recuerde que si las cosas se empeoran (y es ésto precisamente lo que ellos QUIEREN), la culpa va a recaer directamente sobre su persona, no sobre ellos que prometieron acabar con las colas de forma inmediata. Pero si esto mejora (y es ésto precisamente lo que ellos NO QUIEREN que suceda), el éxito de la gestión también va a recaer directamente sobre usted y su tren ejecutivo.
El venezolano(a) de a pie, el bregador, el luchador, el infatigable y responsable con su nación y hasta el del voto castigo (no me va a decir la oposición ahora que sus seguidores aumentaron considerablemente), se sigue preguntando el día de hoy: ¿por qué sigue la cola? La promesa de ellos los deja ante el pueblo como mentirosos, pero la falta de acciones por parte del Gobierno coloca a la Revolución por la que murió Chávez como traicioneros. Sus acciones y el tiempo dictarán los calificativos con los que serán juzgados quienes forman parte de este momento histórico, tanto los que quieren ser parte de la solución como los que no. Que la historia los absuelva.
Es tan culpable quien ve un delito y no actúa, tanto como quien materialmente lo lleva a cabo. ¿Acaso es más inocente quien por omisión no denuncia una mala acción?
Cero protagonismos dirigenciales, ¡ya basta! Trabajemos en conjunto por sacar adelante a Venezuela, ella no es Roja Rojita, ni 'manitas blancas', ni aurirroja, ni pasajera del 'autobús del progreso', ni adeca, ni copeyana, ni siquiera es caraquista o magallanera: Venezuela es de todos(as), aquí cabemos todos(as) y ella será lo que nosotros “TODOS(AS)” queramos que sea.
Amanecerá y veremos...