Los
funcionarios y las actividades del Servicio Exterior son la parte del
servicio publico de un Estado que menos esta expuesto al escrutinio
público de sus nacionales, tanto por encontrarse esparcido en todo el
planeta Tierra, como por la misma naturaleza de sus delicadas e
importantes funciones, por lo que, alrededor de sus actividades se
generan diversas especulaciones que no siempre responden a la verdad de
los hechos o no están en relación con los órganos y personas que se le
atribuyen o, pudieran forman parte de sus conflictos internos de sus
miembros o provenir de los sectores de la oposición política interna y
enemigo o rivales externos.
El servicio exterior de la Venezuela Bolivariana es esencialmente aún, en su estructura, normativa, funcionamiento y parte de
su patrimonio humano, una herencia del período pre-revolucionario, al
cual se le han venido aplicando – sobre todo en los últimos seis años
del Canciller Maduro – importantes cambios derivados de los nuevos
enfoques que la revolución ha identificado en la geopolítica
internacional y, en particular en la región, pero ha tenido que cargar
con el peso de la resistencia al cambio de una importante cantidad de
profesionales internacionalistas y una estructura burocrática que no termina de responder, cabalmente, con los propósitos y objetivos
de nuestra política exterior.
Diseñar
una política internacional con base a las nuevas visiones, relaciones y
compromisos del gobierno revolucionario del presidente Comandante Hugo
Chávez ha sido una difícil tarea que ha requerido tiempo, necesitará
mayores recursos técnicos, humanos y financiero y sobre todo, superar
las fallas, desviaciones y perversiones heredadas del viejo Estado Capitalista que estuvo al servicio de los intereses de la burguesía y sometido a los dictados del gobierno imperialista de los Estados Unidos.
Seria
simplista afirmar que la totalidad de los males son atribuidos al
Servicio Exterior Bolivariano derivan de quienes dentro del mismo,
siguen aferrados a sus visiones, compromisos y conductas
cuartarepublicanas porque, autocríticamente debemos reconocer que las
vacilaciones y conciliaciones en la primera etapa del
gobierno bolivariano y las exigencias de gobernabilidad en medio de la
confrontación con la contra-revolución en el período 2.000-2.004,
limitaron las posibilidades de que se produjeran los cambios radicales
que debían haberse dado y el desarrollo una política de reclutamiento y
formación acelerada de los nuevos cuadros internacionalistas para
reemplazar, en el más corto plazo, a
reaccionarios, conservadores y contrarrevolucionarios, que tenían el
control del aparato administrativo y las jefaturas de las
Misiones y Consulados pero que, felizmente, ya hace tiempo que han sido
desplazados de tales posiciones y reemplazados por otros cuadros con identidad y compromiso políticos con la revolución.
Tampoco puede ser enteramente cierto que todos los
que se dicen, aparentan y parecieran ser bolivarianos y, como tales,
son incorporados al servicio exterior, han demostrado tener todas
las condiciones y virtudes necesarias para el cumplimiento efectivo y
moralmente intachable de tales servicios al pueblo, el gobierno y a la
República Bolivariana de Venezuela, porque, en esta laxitud política y
moral del amplio movimiento social de apoyo al gobierno y la revolución
bolivariana, no es difícil suponer que han existido – y pueden existir -
infiltrados, “camaleones” e inconsistentes políticos y morales, que no
han respondido
a los lineamientos e instrucciones que emanan del supremo
conductor de la política internacional de la República, el Comandante
Presidente Hugo Chávez Frías y, del Canciller Nicolás Maduro; sin
embargo, existen suficientes evidencias de las medidas y decisiones
administrativas dirigidas prevenir y sancionar todo tipo de conductas
contrarias a la moral republica y los intereses del gobierno y el pueblo bolivarianos.
Los
importantes e innegables éxitos alcanzados por el gobierno bolivariano
en materia de la integración con ALBA, PETROCARIBE, UNASUR, CELAC y
ahora, con nuestra incorporación a MERCOSUR y,
la proyección de Venezuela como un actor destacado de la geopolítica
regional y mundial, son éxitos de sus diseñadores y ejecutores, el
comandante Chávez y su Canciller Maduro, pero no están desvinculados de los cambios que ellos mismos han venido impulsando al interior de la Cancillería, incorporando cuadros
políticos y profesionales experimentados para las Embajadas, Misiones
Permanentes y Consulados
Generales y de la positiva respuesta que esta nueva generación de
miembros del servicio exterior le ha dado al cumplimiento de sus
importantes funciones.
Podrán producirse eventos desgraciados y lamentables, mantenerse algunos residuos de conducta cuartarepublicano y "colarse" falsos bolivarianos y también, es previsible que durante un tiempo más puedan mantenerse en algunos espacios conflictos de intereses subalternos entre miembros del Servicio Exterior pero,
no debería existir ningún tipo de dudas de que hoy, como nunca, el
gobierno revolucionario del Comandante Chávez y su Canciller Nicolás
Maduro Moros, estan y seguirán trabajando para erradicar tales
desviaciones y perversiones con el fin de transformar, definitivamente,
el
Servicio Exterior Bolivariano y convertirlo en la plataforma efectiva y
eficaz que contribuya a alcanzar la plena integración de los países de
Nuestra América y la edificación del mundo pluricéntrico y pluripolar
que garantizará el nuevo orden mundial de Paz, Seguridad, Desarrollo
Sustentable y Justicia para todos los pueblos del planeta.
yoelpmarcano@yahoo.com