Viendo y oyendo a diferentes ministros en la rueda de prensa ofrecida para dar a conocer las primeras imágenes de diferentes áreas del país enviadas por el Satélite Miranda e informar sobre las bondades de las mismas, por su contribución científica a la planificación, desarrollo productivo, seguridad y defensa, vivienda, ambiente en definitiva para el progreso más acelerado de la patria, es cuando cualquier persona medianamente culta o que simplemente entienda los beneficios de esta tecnología, tiene que concluir hasta dónde fue estúpida la pregunta del derrotado el 07 de octubre cuando preguntó: ¿Para qué un satélite?.
Ese señor también acostumbraba a decir de forma muy repetitiva la frase : “Los tiempos de Dios son perfectos”, y mire que la pegó; fue perfecto lo que sucedió aquel domingo porque de no haber sido así, adiós de satélite y a seguir pagándole bien caro y rogándole a los amos del Imperio nos mandaran una fotito desde sus satélites, que además servían para que nos dejaran comunicarnos, también por mucho dinero.
Era una de las formas, de las muchas que aun quedan para liberarnos y ser verdaderamente independientes, que la dominación ha utilizado para mantener su hegemonía y que encuentra en cada país que quiere dominar, sus renegados vende Patria prestos a vender su conciencia.
Por contradictorio, por disfrazarse de lo que no es y por oponerse precisamente a lo que predicaba que era el famoso “progreso”, fue por lo que bastante más de la mitad de los venezolanos que votararon, no le compró la pólvora y de la otra mitad, al paso del tiempo, muchos se irán dando cuenta paulatinamente, que cayeron en el engaño de creerle las mentiras a alguien que por su pasado y acciones recientes está destinado al ostracismo político, en este país y que sus intenciones no son otras que cumplirle las ordenes al pie de la letra a sus amos del Norte.
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