En su programa del pasado domingo “Aló Presidente”, el comandante Chávez hizo referencia entre otras muchísimas cosas, a cinco temas de suma importancia que tienen que ver con los esfuerzos y los éxitos que adelanta y que ha cosechado su gobierno a lo largo de estos siete años para beneficio del país, los que, en nuestra opinión, dada su altísima trascendencia, los medios de comunicación del país tenían que haberlos informado a los venezolanos en forma profusa y bien desplegada, pero muy al contrario de lo que debió ocurrir, sólo publicitaron uno solo de ellos, el que tuvo que ver con el latifundio, de donde es dable inferir de allí que ese poder mediático muestra estar del lado de quienes en nombre de la propiedad privada hacen de los esfuerzos que adelanta el gobierno por extirpar ese régimen abusivo de tenencia de la tierra un argumento para acusarlo de querer implantar el comunismo en el país que le permita apropiarse de todos los bienes que poseen los venezolanos, intentado olvidar de esa manera que ya la Constitución de 1.961 lo consideraba aberrante y, además, ordenaba su abolición.
Los cuatro temas restantes que fueron ignorados y que realmente eran noticias relevantes por su gran impacto, son los que intento resumir:
1) Informó acerca de la patraña urdida por la reacción internacional que sigue los dictados de Washington con las declaraciones del ministro de la defensa de Holanda en días recientes, quien le pidió a los habitantes de las islas neerlandesas Aruba, Curazao y Bonaire que en lo absoluto se preocuparan por las planes de ese populista Chávez de invadirlos, pues aseguró que él sólo cuenta con un viejo barco y que su pobre ejército no podría jamás enfrentarse a las fuerzas armadas holandesas, pues sería derrotado en un santiamén.
Agregó Chávez que ante semejante disparate que claramente se inserta dentro de una conjura internacional liderada desde Washington para desestabilizar a Venezuela, el Primer Ministro de Curazao le salió al paso a tan irresponsables declaraciones para asegurar que en ningún momento sus territorios han sido amenazados por el gobierno venezolano y advirtió, además, que mantiene con el mismo excelentes y fructíferas relaciones de amistad y cooperación económica;
2) Luego de que mantuviera una amena charla telefónica en vivo con el embajador venezolano en el Reino Unido, el Dr. Alfredo Toro Hardy, los oyentes del programa que, menos mal son muchos, se enteraron de estas tres noticias que ponen evidencia el exito indiscutible del liderazgo de Chávez y que el mundo tiene de nuestra revolución una visión diametralmente opuesta a aquella que pretende vender todos los días el imperialismo yanqui:
a) La Confederación de Trabajadores de Inglaterra, la cual agrupa a siete millones de trabajadores, ha hecho público su reconocimiento, apoyo y solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela, en especial con su líder y conductor Hugo Chávez Frías.
b) La lista de los diputados laboristas del Parlamento Británico que respaldan a nuestro país, a su revolución y a su liderazgo, ya sobre pasa con creces el centenar. Dijo el embajador que se mantienen muy firmes defensores de nuestro proceso revolucionario y,
c) La Universidad de Oxford de Inglaterra ha cursado una invitación muy especial a Hugo Chávez para que visite su magna sede, oportunidad en la cual le otorgará el título de Doctor Honoris Causa, hecho inédito para un mandatario en toda la historia de nuestro Continente. Señaló el Dr. Toro Hardy que esa casa de estudios es una de las más prestigiosas del mundo, la cual fue fundada en el año 1.100.
Como se ve esta es la libertad de información que reclaman los dueños de los medios: decir sólo y únicamente lo que les interesa. Es asombroso el cinismo que desbordan con sus socios de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) cuando pregonan y exigen libertad de información y arremeten contra nuestro país con la falsa acusación de que el gobierno de Hugo Chávez la coarta, creyendo que nuestros pueblos carecen de memoria y que se les olvida que históricamente esa Sociedad sólo ha servido para defender unos intereses puramente mercantiles y que en ese objetivo no ha tenido el menor escrúpulo para estimular y prohijar todas, sin excepción, las dictaduras que durante décadas del siglo pasado no sólo establecieron la más rigurosa censura a la libertad de expresión, sino que asesinaron, torturaron y sojuzgaron a nuestros pueblos de la manera más atroz.
