Al leer la nota de prensa colgada en Aporrea, fue imposible no represar una respuesta un poco grosera. Intente reprimirla, pero me fue imposible y brotó dentro de mi un sentimiento de indignación, mucha indignación, que no resolvería nada con colocarlo en esta líneas. Me quedo con en ese sentimiento.
Lamento llevar al campo político la vida de Isabella, pero no soy quien la llevó a este ámbito, fueron las sanciones y Guaidó que cree, que con estas sanciones golpea la vida de Maduro. Isabella es una niñita venezolana que desde que nació, los médicos determinaron la necesidad de un trasplante hepático para poder seguir viviendo. Los padres de Isabella hicieron uso del convenio firmado entre Venezuela y el Hospital Italiano de Argentina en 2007, que al momento llevaba 109 infantes salvados. Se fueron a Argentina para darle vida a Isabella. ( https://www.aporrea.org/tiburon/n342056.html )
El hígado de la mamá de Isabella fue compatible y en noviembre 2018 Isabella fue intervenida y la operación fue exitosa. Hubo complicaciones y debió ser sometida a nuevas intervenciones pero Isabella y su padres se portaron terco con la muerte. Isabella con su resistencia, el esfuerzo de sus padres y las condiciones del convenio fueron imponiéndose.
Venía luego un posoperatorio que no le era fácil pero con el convenio, las condiciones estaban garantizándole la existencia a una niñita que no debía convertirse en el centro de la política. CITGO era el "cochinito" que había cubierto y salvado la vida a estos 109 infantes y esperaba por la vida 110 que era la de Isabella.
EU bloqueó de los fondos de CITGO para estas y otras situaciones. Ya no hay posibilidad de salvar la vida de niñas y niños, porque la muerte es un medio. Isabella permanece en Argentina tal vez esperando porque venga nuevas sanciones contra Maduro y su vida se le apague. La vida de una niña y la de un pueblo, sometida al capricho de una potencia y de unos políticos que aplauden cada una de las sanciones porque no tienen capacidad para hacer política con su liderazgo porque no tienen nada de eso. No tienen capacidad y se apoyan en unas sanciones, que son supuestamente contra Maduro, pero que le vienen complicando la vida a los venezolanos y venezolanas.
La muerte de una niña o un niño no es una cosa que pueda angustiar a un funcionario de EU. Ellos están acostumbrados a estos daños que producen su política de intervención. En la memoria de muchos y muchas de mi generación, debe estar guarda la niña vietnamita que corría con su carita llena de terror de los bombardeo de los EU. Para esta potencia la vida no vale nada, si con muchas muerte aseguran su condición de potencia.
La vida de un niño o una niña no era tan abiertamente un medio de los políticos venezolanos para alcanzar un fin. Estos "líderes" necesitan sangre de niñas, niños y adultos para tener opción al poder político.