Cuando el presidente colombiano ante la presión de la opinión pública, insinúo que se podría llegar al canje humanitario con la guerrilla, un atentado a una institución militar hizo que Uribe se radicalizara aun más contra la guerrilla. El canje humanitario se fue al carajo. La razón es que los paramilitares volvieron al terror para evitar políticas humanitarias en el gobierno colombiano. Nunca antes los paramilitares del país vecino habían sido tan peligrosos, por lo que la peor crisis del presidente Uribe hace factible las denuncias del presidente Hugo Chávez.
¿La crisis?, cuando senadores colombianos y posiblemente el mismo presidente negociaron la pacificación de los paramilitares, tal parece que el acuerdo no era ni tan transparente ni con todos. Sucede entonces un hecho insólito, según las investigaciones y la prensa colombiana, casi por casualidad encuentran el computador del paramilitar Jorge 40, el mismo delincuente que era fuente del canal Globovisión para sus denuncias en contra del presidente Chávez. Pero nadie cree en la casualidad y no es ilógico deducir que un sector de los paramilitares se sintió traicionado por el presidente, los nueve senadores y otros personajes de la política colombiana que no han salido a la luz pública e hizo llegar información de los nexos políticos – paramilitares. El computador de Jorge 40 fue venganza de quienes se sintieron traicionados.
¿Las denuncias de Chávez?, existe la amenaza de un magnicidio en su contra por parte de paramilitares. La prensa venezolana desestima la denuncia, así como desestima la confesión de Mancusso, líder paramilitar que confesó el asesinato de más de 300 personas y que pretende una condena menor a 8 años. Resulta que altos mandos militares del ejército colombiano han sido vinculados a procesos por narcotráfico y simulación de ataques guerrilleros. No más escalofriante son las acusaciones contra el ex director del DAS, Jorge Noguera, acusado beneficiar a los paramilitares. Otro hecho aterrador es la acusación contra un grupo de militares por la masacre de San José de Apartado. Si todo esto es verdad, Colombia será el centro de atracción de la prensa mundial, menos la venezolana. Y lo más peligroso de esta crisis, es que Venezuela no es solo el lugar más cercano para los desplazados de la violencia, sino la oportunidad de inversión para los paramilitares. Otro dato curioso es que la política militar para la guerra contra el narcotráfico es financiada desde Estados Unidos a través del Plan Colombia. La oposición desesperada ataca las relaciones de Venezuela con otros países, mientras la prensa sataniza la ayuda económica del gobierno nacional a países como Argentina, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, entre otros. Pero en una crisis internacional, promovida como en años anteriores por organismos de seguridad norteamericanos, Venezuela debería contar con aliados verdaderos. La OEA no lo es.
Lo que sucede en el país, es una amenaza económica para Estados Unidos, no para los norteamericanos, pero sí para las empresas transnacionales que influyen en las políticas militares que se dictan desde la Casa Blanca. Colombia es la clave para entender muchas cosas. La clave para encontrar los asesinos de Danilo Anderson, los francotiradores de Puente Yaguno. Cualquier plan militar o paramilitar para destruir el proyecto de gobierno de Hugo Chávez pasa por Colombia, pues existe un conflicto que mantiene en jaque sus instituciones. Afortunadamente el pueblo colombiano sostiene una lucha sin precedentes por más de 100 años. Y como dato curioso de la historia, nuevamente necesitamos del pueblo colombiano para desatarnos de la dominación económica de un país con humos de imperio.
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