Jugando con fuego

La incomodidad inmoral de este trabajo periodístico científico social, consiste a diferencia, al de los maestros, o al de los genios, que no está hecho con máscara de terciopelo, desviado de la realidad o desconectado de los golpes que el “paisa Uribe” le ha proporcionado a su amada Colombia.

El análisis politológico se enfrenta directamente a ese ciudadano que se vanagloria, que desprecia el valor humano, mostrando su obsesión, su venganza, la tentación repugnante de los oligarcas y omnipotentes de Colombia, que siempre van a buscar apoyo bajo las faldas del asesino George W. Bush.

El mundo pudo sentir en su verborrea de cotorra enferma, la introducción

intolerable de un lenguaje que expresa un reprimido y que nos enseña

claramente el engaño diciendo que Colombia vive un mundo feliz

democrático, que sus desgracias vividas por su pueblo son debidas a las

consecuencias terroristas de la fuerza de la FARC y que no habiendo mas

salida que la desembocadura estrecha del presidente venezolano, la queja,

la alarma de protesta que hace el pueblo colombiano contra su violencia institucionalizada y su narcoparamilitarismo, no tiene porque hablar de cambio humanitario y mucho menos de paz.

El colombiano vive con una muerte anunciada, antes de ocurrir y lo que este “miniführer” latino no le dijo al mundo es que él adelanta esas muertes que carga con la infancia, la juventud, el futuro. No habló de su falsedad, de que es un mezquino “politiquillo”, egoísta, lleno de odio, ambicioso, que ha compuesto un mundo lleno de fantasías, donde el hambre, la miseria, la injusticia y la explotación son los verdaderos apoyos de su poder. No habló de que Venezuela este afectada por el conflicto, pues según sus criterios para él ese problema no existe, pero si buscó a un tonto útil y le entregó la autoridad moral que él por cobardía no tiene.

No se puede entender políticamente como este individuo niega la guerra que Colombia tiene hace 50 años en sus entrañas, pero si lo reconoce como un problema militar y hasta considera que el acuerdo humanitario, descaradamente no tiene solución y que el conflicto interno, como ellos lo llaman, ha llegado a niveles que ya son insoportables para Colombia. ¿ Quien nos podría explicar estas confusiones depresivas de las políticas URIBIANAS?

Al conversar con Bush, se plantearon una situación en términos determinantes, puesto que el famoso “Plan Colombia” ha resultado todo un fraude, una derrota más para estos dos fariseos. Informaciones supersecretas reflejan que el asesino Bush, le recomendó a su hijo predilecto, Alvarito, para que convenciera a su hermano del alma Hugo Chávez, ya que el momento político que este está viviendo resultaría favorable y provechoso para lograr un entendimiento, pues a Chávez, Marulanda lo iba a escuchar y hasta era posible de que se viniera corriendo a Caracas para conversar y llegar a acuerdos para solucionar todo el problema.

Pero la verdad es una sola, la paz de Colombia, excepto el pueblo que la tiene como un deseo generalizado, por ahora no la quiere nadie y nunca se conseguirá mientras gobiernen individuos como Uribe, su postura ideológica es totalmente contrapuesta al verdadero problema y a Chávez lo están utilizando según a sus conveniencias, pues su mediación está totalmente supeditada a los caprichos de los dos Fariseos. Lo único que podemos asegurar y por las respuesta que hemos recibido de la FARC, es que están jugando con fuego.

Quisiéramos barrer estas injusticias, existen hombres como Chávez, dispuestos a colaborar por la paz y la justicia en Latinoamérica, pero las oligarquías aman las violencias se tragan sus naciones y han matado la paloma blanca de la paz.

vrodriguez297@hotmail.com






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Víctor J. Rodríguez Calderón


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