La noticia señala que “seis mandatarios latinoamericanos firmaron en Buenos "Aires la noche del domingo (nueve de diciembre) el acta que dio nacimiento al Banco del Sur, una entidad que busca convertirse en una alternativa al FMI y al Banco Mundial en materia de financiación regional, para fomentar el desarrollo, la integración y edificar una nueva arquitectura financiera internacional.
Chávez señaló que “la integración suramericana debe construir, para los pueblos de la región, un espacio consagrado a la promoción del desarrollo económico y social, a la reducción de las asimetrías, a la reducción de la pobreza y de la exclusión social, y a la convergencia y complementariedad de los procesos de integración económica”.
"Este banco debe ser el primer paso para que Sudamérica tenga su propia moneda. Nace una esperanza para nuestros países con el Banco del Sur", dijo desde la tarima Evo Morales, el primer orador invitado a hablar en la ceremonia”.
Aunque el presidente boliviano manifestó su deseo de que Suramérica tuviera su propia moneda –tal vez por la relación que nace con el nombre del banco–, debe pensarse que en menos de una década se incorporarán países de la América Central, y aunque el Banco del Sur continuará llamándose igual, desde ya debería pensarse en una moneda continental, que junto con las asiáticas, contribuirá a regular el precio del euro, una vez que se derrumbe el dólar.
¿Por qué no pensar en el “amerindio”, para rendirle tributo a nuestra raza originaria? Por el anverso tendría el rostro de alguno de nuestros antepasados; por el reverso, el del continente americano, porque para cuando este signo monetario se haya consolidado, el dólar estará tan desprestigiado que nuestra moneda circulará libremente hasta en los Estados Unidos. No resultará extraño que en cualquier comercio de ese país se puedan leer avisos de “Se reciben Amerindios”, y no se estarán refiriendo a nosotros.
luiserangel@hotmail.com