James Petras al intentar explicar este “ir venir de Chávez”, en relación con algunos temas (especialmente el colombiano), califica esta actuación, como “una gran tensión entre las razones de Estado y el Programa revolucionario”
II
Las posiciones que Chávez ha venido asumiendo desde hace un largo tiempo, respecto a Uribe y su gobierno, son verdaderamente muy contradictorias tanto en los tonos de los verbos que utiliza, como en las ideas que se encuentran contenidas en esos mensajes. En momentos suelta palabras que dibujan perfectamente el perfil de “parapolitoco de Uribe y en otras, suele calificarlo como su hermanito. Esto no deja de ser un riesgo, porque hemos visto en todo este tiempo, que familiares muy cercanos a Uribe han caído presos por sus vinculaciones con la parapolítica Colombiana. Es una cosa muy riesgosa en este “ir y venir” con Colombia, colocarse como “hermanito” de Uribe.
III
Este jueves (10/07/2008) apareció una opinión de Chávez cuestionando la movilización que estaban convocando algunas organizaciones para manifestar su desacuerdo con la presencia de Uribe en Venezuela. En este particular caso, pienso que existen situaciones que llevan a formularse algunas preguntas, porque ese “ir y venir” con Colombia no parece “digerirse” muy fácil. Para decirlo en términos muy coloquiales y poco académicos; ese “ir y venir” es una dieta pesada: casi un mondongo.
Ya no es muy sonoro al oído, que Chávez trate a Uribe como un hermanito. No fue igualmente sonoro, que el comandante expresara que algunas formas de lucha estén canceladas y esa “cancelación”, en la cual se incluye a Colombia, se haya presentado descontextualizada. Ese criterio sonó muy bien en los oídos de los “santos” colombianos y de los voceros de EEUU.
Las explicaciones que ofreció el comandante para desacreditar esta movilización, nos coloca frente a las siguientes situaciones: ¿Uribe deja de ser ahora lo que es y lo que ha sido? ¿Colombia con Uribe es una amenaza? ¿Chávez salvó a Uribe en la cumbre del grupo del Río? ¿Cómo pagó Uribe ese gesto de Chávez? ¿Cómo le pagó el gesto que realizó para rescatar a los retenidos por la FARC? ¿Cómo queda el imperialismo en todo esto? Con Hermanitos como Uribe, es mejor andar huérfano de todo.
Los argumentos que utilizó el Comandante para cuestionar esta movilización también no fueron muy sonoros. Para cuestionar esta movilización, Chávez manifestó que cuando Bil Clinton vino a Venezuela, los compatriotas del PCV, no le convocaron una “marcha (…) porque estaban apoyando a Caldera”. Sí, eso efectivamente sucedió, pero ello no da razones para desacreditar una movilización como esta.
Convienen que nos preguntemos: ¿Descalifica esa actuación al PCV y las organizaciones que promueven la marcha? ¿El momento en que el PCV pasó por debajo de la mesa esa visita, es igual al de ahora?
Chávez es Jefe de Estado y está obligado a realizar todo los esfuerzos para asegurar la paz con Colombia porque puede suponerse que esa guerra no nos conviene. Esa guerra le conviene efectivamente a los EEUU, pero si es así: ¿Por qué movilizó batallones cuando hubo la intervención en Ecuador? ¿Qué está pasando? ¿Cambió Colombia? ¿Cambió Uribe? ¿Está cambiando Chávez? ¿Qué cosas hay que no sabemos?
Aun entendiendo esa tensión entre las “razones de estado y el programa revolucionario”, como lo dice Petras y comprendiendo también, la condición de Chávez como jefe de Estado, no había que cargarle tanto al pasado al PCV y no daña al movimiento revolucionario, manifestarle a Uribe que este país tiene un pueblo que sabe comportarse revolucionariamente y que conoce todas las tropelías que ha realizado en Colombia.