Colombianos exiliados e internacionalistas se
manifiestaron en el día del trabajador y frente al Consulado Venezolano en
Hamburgo, contra la entrega de Joaquín Perez Becerra al gobierno
genocida de Colombia. Un número bastante visible de manifestantes que participaban en la marcha del 1º de Mayo en la ciudad alemana de Hamburgo, se dirigieron hasta la sede del Consulado Venezolano en esa ciudad y expresaron su rechazo a la deportación, con consignas y con pancartas que colocaron en la fachada. Se trata de gente que en otras oportunidades se ha movilizado y que ha realizado actividades en apoyo a la revolución bolivariana; pero en esta ocasión mostraron su disgusto por una política que "nos da la espalda" y que dicen no poder comprender ni aceptar como procedente de un "gobierno revolucionario esperanzador para los pueblos latinoamericanos". Ellos mismos reportan su noticia y aportan las gráficas de la movilización:
Hamburgo, 5 de mayo de 2011.-
Muchos
somos los colombianos que nos hemos obligado a vivir la condena del
exilio,debido a la persecución de que somos víctimas por parte de la
oligarquía colombiana y sus
representantes en el poder. Lo hemos hecho para salvar la vida, pues en
nuestro país el que se opone a las políticas Neo Liberales y al
genocidio contra las comunidades campesinas por donde circulan los
movimientos insurgentes, es
condenado a muerte. Así
de sencillo: O se deja matar o se va.
Muchos con la entereza
revolucionaria desde el exilio, denunciamos al régimen genocida que
sustenta el poder en Colombia desde la muerte del Libertador Simón
Bolivar, el régimen que asesina bebés, niños, jóvenes que hacen pasar
como guerrrilleros muertos en combate para cobrar recompensas ofrecidas
por el gobierno, mujeres, ancianos campesinos... todos asesinados por el
ejército colombiano o sus fuerzas mercenarias llamadas paramilitares y
luego desaparecidos, "incinerados vivos en hornos crematorios" o
sepultados en fosas comunes.
Cuando
nos hacen la pregunta del por qué no participamos democráticamente desde
un partido político de izquierda y narramos como fué exterminado todo
un partido político del pueblo (caso de la Unión Patriótica -nota de Aporrea.org),nos dan la razón y
nos la dan más cuando aclaramos bajo
qué clase de democracia vive el pueblo colombiano.
La
democracia de cinco millones y más de desplazados, de más de tres
millones de niñas y niños por fuera del sistema educativo, de niñas
lanzadas a la prostitución, del 20 % de colombianos sin empleo y muchos
más ejemplos tangibles que tomamos para mostrar nuestra realidad y
nuestra necesidad para desarrollar nuestra forma de lucha.
El
compañero Joaquín es uno de estos hombres víctima de la barbarie
impuesta en Colombia y nos negamos a entender como alguien que preside
un gobierno revolucionario esperanzador para el resto de pueblos
latinoamericanos "nos de la espalda", cuando hemos estado ahí para
defenderla, cuando hemos denunciado los planes del gobierno colombiano
para desestabilizar esta Revolución Bolivariana que vivimos y
entendemos como
propia.
Nuestra lucha continua, lucha a la que hoy el CHE se uniría.