Desde el mismo momento que el PSUV aprobó que el método para escoger a los candidatos para participar en las elecciones de base a fin de optar por la diputación a la Asamblea Nacional el próximo 26 de septiembre fuera a través de la autopostulación comenzó el primer error.
Esta método aunque aparentemente abre un gran compás para la participación protagónica y directa no garantiza que en realidad el candidato electo se convierta en vocero de un conglomerado humano que pudiera previamente evaluar sus capacidades, méritos, trabajo y trayectoria.
Además multiplicó la cantidad de candidatos valiosos pero desconocidos lo que terminó dando ventaja en la práctica a aquellos que ya eran conocidos y constantemente entrevistados por nuestro canal preferido VTV, el cual lamentablemente no promovió suficientemente a estos candidatos anónimos pero que forman parte de esa base popular que le da vida política al PSUV.
Candidatos valiosos como Fernando Soto Rojas quedaron fuera de quienes fueran elegidos en estas primarias históricas del partido el cual debe profundizar su vinculación orgánica con aquellos sectores que trabajan todos los día por profundizar nuestra revolución y que muchas veces les toca el ruin papel de enfrentarse casi a solas con la burocracia enquistada en muchas instituciones y organismos públicos.
En hora buena nuestro proceso tiene las reservas morales para corregirse internamente y seguir avanzando.
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