Uno de los grandes errores estratégicos que con mayor frecuencia se comete en la cotidianidad de la evaluación de las políticas-partidistas, es la tendencia a “sólo ver” el árbol y descuidar o minimizar la importancia del bosque.
Nos encontramos a un poco menos de tres meses, de la realización de unas vitales elecciones parlamentarias y sus resultados van a generar, o una profundización del proceso revolucionario, en caso, de obtener, por lo menos dos tercios del total, o un retroceso, en caso de que la contrarrevolución, obtengan una significativa presencia en el parlamento.
Lamentablemente, en algunas circunscripciones electorales, están ocurriendo algunas situaciones, que en mi criterio, son factores que pueden incidir de manera negativa en algunos resultados electorales, los cuales señalo:
1.- Existen candidatos/as que no han llamado al resto de los ex-aspirantes que participaron en las elecciones internas del 2 de mayo, los ven con desprecio y subestiman su poder de convocatoria, no hay que olvidar, que la mayor parte de los/las que ganaron, no obtuvieron una mayoría de votos, es decir, la suma de los que perdieron es superior a la votación de la que obtuvo el ganador o ganadora.
2.- los comandos de campaña locales, lo están conformando, con “el primer anillo” de seguridad o de seguidores del candidato/a y al resto de los ex-precandidatos/tas, son considerados como “enemigos” y se olvidan que sólo eran “competidores”
3.-Los ganadores/ras, también se olvidan de que el promedio nacional de votación, fue de un 38%, es decir, que en las elecciones internas, hubo alrededor de un 62% de abstención y sin una unidad interna real, efectiva y afectiva, ya que hasta ahora lo que observo, es mucha arrogancia y prepotencia, no sólo va ser difícil que voten el 100% de los inscritos, ¿cómo haremos para convencer al sector de indecisos/sas? ¿Que hacemos con una maquinaria formal sin confianza entre sus integrantes?
oscarbravog@hotmail.com
@oscarbravo44
