A Entovías No-brega, el Ministro “dual” de nuestra hacienda, que cuan ajena, sigue “brillante” e impunemente enajenando, le está quedando chico el Guiness de la insolencia “robolucionaria” en el que, sin la menor duda, esta “revolución bonita” se ha ganado, a pulso de propios méritos, el más tristemente jocoso, indeleble e imperecedero sitial de dualidad, descaro y ruina –wholísticamente- total que ningún desgobierno, pasado, presente o futuro, haya merecido o pueda llegar a merecer.
Cuando aún la Sociedad informada no había terminado de digerir su amarga píldora –o rueda de molino por hostia- de la “Adjudicación Directa”, ya él estaba contratando nada menos que a Salomon, Smith & Barney -¡Dios nos valga!- para el diseño de un salomónico Plan Maestro de Canje de nuestra Deuda Interna que le permitiera (al Gobierno más que al Estado) cumplir con sus insensatas promesas de aguinaldos y otros compromisos públicos –amén de otros menos públicos- a la vez que “correr la arruga” de nuestras finanzas para el tiempo de quien venga luego... de lo que venga y que, quienquiera que venga, “corra o se encarame” con el “paquete” que recibirá de herencia.
Pero, nuestra “ solidaria” banca, de propiedad preponderante de angelitos celestiales de la Orden del Señor Gorrín y otros “gorrones” del mismo Parnaso Global del Dios Money, no “comen cuento”; sus cuentas a sus principales no son en escuálidos bolivaricos, sino en “hard and sound” dollares y ?uropeos y, después del coñazo que recibieron en sus cuentas de resultados reales de explotación con la reciente macro-devaluación, exigen, para poder seguirse posesionando de un Estado quebrado, garantías de rendimiento en términos reales, esto es, en moneda dura, libre y libremente exportable, precisamente la receta –no podía ser otra- que Salomon, Smith & Barney le recomendó al Ministro No-brega: nada menos que Deuda Interna Dolarizada, receta a todas vistas eutanásica y de extrema unción. Por supuesto, con tal hedionda pócima, la banca encantada y el “proceso” sobrevive financieramente su mentira existencial; “quien venga detrás que arrée” o, “Aprés moi le deluge”. También eso dijo el Rey Sol, quien también dijo: L’Etat c’est moi”, pero, hoy y aquí, “L’Etat sommes nous” -El Estado somos nosotros-..., si aun no hoy, pronto (Por las barbas de este profeta).
Como era de esperar, la opinión del BCV –Banco Central de Venezuela- se manifestó contraria a tal desaguisado (“guiso” es mejor término), ante lo que el avispado No-brega (y sus caros y salomónicos asesores) sacan su ladina carta de la manga: “El Ministerio de Finanzas comparte la opinión del Directorio de BCV respecto a la (in)conveniencia de introducir mecanismos de indexación que pudieran eventualmente reproducirse en el sistema de contratos y precios de la economía en detrimento de la función del Bolívar como unidad monetaria de la República.” En consecuencia, elimina la dolarización directa y..., saca de la manga la “Cláusula de Pagos Extraordinarios”..., que es “el mismo fraile con distinta sotana”, veamos: “La cláusula de pagos extraordinarios se calcula sobre el diferencial del rendimiento en bolívares y una referencia de rendimiento en dólares, siempre usando como base el valor equivalente de un capital que es denominado en bolívares. Este pago compensatorio se activará únicamente cuando la tasa de devaluación anual del (de nuestro) signo monetario supere al rendimiento del instrumento en bolívares, descontada la tasa referencial en dólares”.
Babélico para el ciudadano de a pié, pero, créanme: es “el mismo musiú con distinta cachucha”... Simplemente, nos están robando y, además y mucho peor, institucionalizando y legalizando tal robo... armado de mano blanca, e hipotecando el futuro de nuestras generaciones por venir.
Es altamente preocupante, por una parte, que ni la gran prensa, ni nuestra estimable intelectualidad, ni nadie en la tan recia oposición, se haya hecho eco de tan grave asunto, a la vez que, resulta esperanzador que, paradójicamente, un ilustre, sensato y honorable Economista-Banquero –que, por fortuna, también tenemos- haya sido la única voz, seria y calificada, en salirle al paso públicamente a tal desaguisado (¿o guiso?), que se trata de perpetrar –tal vez esté ya consumado- a nuestras espaldas y a las de nuestras autoridades jurisdiccionales electas. Ciertamente, en una amplia entrevista publicada por el diario Reporte (jueves 14.11), Miguel Ignacio Purroy (Iñaki para ciertos amigos), Vicepresidente del Banco de Caribe y exDirector del BCV, muy ponderada y técnicamente, en forma reposada, nos explica punto por punto, en forma contundente e irrebatible, lo que aquí tratamos de comunicar un tanto emotiva, desordenada y preocupadamente.
En adición a las buenes y contundentes razones expuestas por Iñaki Purroy, hay algunas adicionales de peso que me lucen relevantes:
Con todo el daño que la reciente macro-devaluación nos ha hecho a los comunes, a los ciudadanos de a pié, amén de haberle echado un “capote” al Gobierno para con sus problemas presupestarios y de recursos reales, tuvo otros aspectos positivos, entre tales: le dió a los señores exportadores , por fin, el bolívar barato por que venían clamando, pero, mucho más importante, redujo a casi la mitad el monto real (en dólares) de nuestra Deuda Interna, a la vez que les propinó a los banqueros que se prestan a ataques especulativos contra nuestra moneda, una lección que tardarán en olvidar.
En consecuencia, comprendieron que atentar contra nuestra moneda NO les conviene, porque, cada vez que ésta se devalua, el valor de sus acreencias en Deuda Interna se reduce, de tal modo que,
Por cuanto los ataques especulativos contra nuestra moneda sólo pueden llevarse a cabo por medio y con la complicidad de la banca nacional, la Deuda Interna actuaba como un escudo seguro contra los ataques especulativos contra nuestra divisa.
El genio “dual” del Señor No-brega, nos quebró tal escudo, nos robó el paraguas y nos deja a “coco pelao” bajo la lluvia de mierda que nos viene.
Paulino Núñez - Altamira, Noviembre 15, 2002