Día de la Madre

I

El las escrituras de los Upanishads – India, hay una bendición muy especial para las futuras madres: “Espero que llegues a ser madre de diez niños y que tu marido sea tu hijo número once. Y a no ser que te hagas la madre de tu marido, no habrás triunfado como esposa verdadera.


II

La celebración del día de la Madre, según la mitología griega y el propio Homero, dio inicio con los honores realizados a la Diosa REA, quien era Madre de los Dioses Zeus, Hestias, Hera, Poseidón y Hades. Fue conocida como la Magna Mater protectora y dadora de fuente de vida, quién para salvar a sus hijos de la voracidad de Cronos, lo engañó, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.

“En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también a la Virgen, que se denominaba Domingo de las Madres. Los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras.”

En los tiempos modernos la celebración mundial del Día de la Madre está aunada a la lucha de los derechos de la mujer, que activamente promovió la escritora y luchadora social norteamericana Julia Ward Howe conocida como la autora del Himno de Batalla de la República, además educadora de los ciegos, y activista en la abolición de la esclavitud y otras reformas. Este importante día de celebración se debe a ella, “originalmente como un día de madres por la paz, que luego devino en un día para cada familia en honor a su madre y se ha convertido en una fiesta en muchos lugares del mundo.”

Sin embargo esta festividad se celebra en diferentes fechas del año según el país, por ejemplo: en Bolivia suele celebrarse los 27 de mayo a causa de las Heroínas de Coronilla, quienes en 1812, durante la guerra de independencia, hicieron frente al ejército realista. Ellas se organizaron y se concentraron en la catedral y se dirigieron en masa hasta una colina, llevaban consigo la Virgen de la Merced, con el propósito de bloquear la entrada de Goyeneche (capitán del ejército realista) que venía en persona desde Tarata, persiguiendo los soldados de Esteban Arze, quien se hallaba clandestino reorganizando su tropa. Este movimiento de madres, cuyo lema era “Nuestro hogar es sagrado” estuvo encabezado por la anciana invidente Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez (esposa de Esteban Arze) y las mujeres de Cochabamba.

En Panamá se celebra el 08 de diciembre, siguiendo la tradición de los primeros cristianos quienes dedican este día a honrar a la Virgen María, la madre de Jesús y la celebración de la fiesta de la Inmaculada Concepción.

En países como Líbano, Siria, Egipto, Marruecos, Palestina el día de la madre está relacionado con la entrada de la estación de primavera, con el aire puro, el florecer de los jardines y los olivares, el roce de los cuerpos de los pájaros para cosechar sus crías entre el monte y los arbustos.

Thailandia celebra el Día de la Madre el mismo día que se celebra el cumpleaños de su Majestad la Reina Sirikit Kitiyakara Ella es especialmente venerada en las partes más remotas y tradicionales del país, donde se considera a la monarquía como semi-divino. Su trabajo en la promoción de la tolerancia y la comprensión de la religión musulmana en provincias remotas del país, la han hecho popular en todo el territorio Tailandés.

Otros países como Rusia, Bosnia, Albania, Montenegro, Serbia, Rumania, celebran este día los 08 de marzos, día internacional de la mujer.

El significado simbólico de celebrar este día de la madre en todo el mundo y en cualquier día del año, es el mismo, reivindicar a la mujer por tanta generosidad al darle vida a la vida, por reorganizar el universo del caos, por aplacar el fuego de las tempestades del hombre y por repetir a la especie en cada acto de su procreación.


III

El infinito Rabindranath Tagore en su libro “La Luna Nueva” plasmó el siguiente poema y que es una ofrenda lírica a las madres:

Figúrate tú, madre, que yo me iba a viajar por países desconocidos, y tú tenías que quedarte en casa. Imagínate tú que mi barco, cargado hasta arriba, me aguarda ya en el muelle. Ahora piénsalo tú bien, madre: ¿Qué quieres que te traiga cuando vuelva?

Madre di qué quieres. ¿Montones y montones de oro? Pues allí donde yo voy, unos ríos dorados van y vienen entre campos que están repletos de trigales de oro. Y en el camino sombrío del bosque las amarillas flores de champaca cubren toda la tierra. En mis cien cestos lo recogeré todo para ti.

¿Quieres, madre, perlas tan grandes como las gotas de lluvia de otoño? Pues yo tengo que llegarme a la costa de la isla de las perlas. Allí, en la luz primera del alba, tiemblan las perlas en las flores del prado, caen perlas sobre la yerba y más perlas, y las olas locas riegan perlas por la arena, con la espuma de la mar.

A mi hermano le traeré un par de caballos con alas para que vuele por las nubes. A mi padre le traeré una pluma mágica que escriba sola sin que él lo sepa. Pero para ti, madre, conquistaré el tesoro y el arca que costaron los reinos de los siete reyes.


IV

A primera horas de la mañana desde este lado del mundo, telefonee a mi madre, y le dije: Bendición.

- Ella respondió: “Dios te bendiga”.

- Yo le respondí: Amén.

roajavier4@gmail.com


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Javier Alexander Roa


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