Eduardo Manuitt Carpio nunca se imaginó que el equipó que alguna vez lo acompaño le estaba tejiendo el escenario necesario para verlo en el lugar que actualmente se encuentra. Ese conjunto de hombres y mujeres que alguna vez lo aplaudió y lo vitoreo, eran los mismo que con sus pieles de corderos no le perdonarían el liderazgo que logró sembrar en las tierras guariqueñas. Esos usureros de poder comían junto a Manuitt y planificaban a espaldas la crónica de una deslealtad anunciada.
Ahora que Manuitt no puede pisar suelo guariqueño, salieron al ruedo los mismo que vestidos de azul coreaban ¡uh-ah! Manuitt no se va, esta vez con garganta afinada y las espuelas afiladas. Indudablemente siguen apoyando al ex gobernador, pero desde lejitos, es decir, que mejor se ve desde el país de Centro América, donde se encuentra refugiado.
De ese panorama es que Heredia puso sus barbas en remojo y ha decidido comandar el equipo “del maletín” antes que otros se le adelanten y le quiten la generosa iniciativa de rescatar al Guárico en nombre de Manuitt si Manuitt, aupado por los cascarones que botó el partido COPEI hace bastante tiempo. Esa longevidad ha creado el binomio Matusalén- Heredia.
En esta oportunidad he querido dejar en reposo mis amigos de la colmena roja- rojita, y acercar una realidad que poco se ha abordado y es que sin lugar a dudas no todo lo que rodeó al líder guariqueño tuvo pegada. Uno que otro desacierto y entre esos, han sido esas bacterias que se lo estaban consumiendo haciéndole creer que trabajaban en beneficio del colectivo y por el contrario estaban socavando el liderazgo que con tanto esfuerzo logró construir.
Las viejas elites que le susurraban al oído, le sobaban el hombro y en ocasiones lo invocaban como el salvador del mundo, tenían la fe puesta de un nuevo amanecer sin Manuitt, ese hombre que logró acabar con AD y COPEI como estructuras partidistas pero no con la vieja práctica de esos pocos hombres y mujeres que se le acercaron con caras de “pan de azúcar” y se empotraron en el poder como garrapata al rebaño. Esas piltrafas son las que hoy en día predican el Manuittcismo sin Manuitt.
Aún espero palabras afables para describir esa corriente pecaminosa que ha dejado al ex mandatario pensativo, reflexivo y ocupado. Pero, creo no conseguir las letras afectuosas para representar a los tristes que le mintieron a su jefe, a su maestro. Para ellos, los que me queda es odio, porque ese odio me aleja de sus nombres y me acerca al pueblo y punto.
Se pregunta Guárico la diferencia entre Ricardo del Villar y Alfredo Heredia, Víctor González y Jesús España, Fidel Tupano y Carlos Cerezo, Carlos Hernández y el Guasón, Antonio Ramírez y Pérez. Son los mismos trajes que usan eufemismo para tapar su incapacidad y su deslealtad no sólo con Manuitt sino también con el pueblo. Guárico no perdona que los dirigentes que cargaron a Manuitt ahora de una u otra forma celebren con vino tinto su permanencia fuera de las pampas guariqueñas.
Ahora que los tiempos apremian y la política engulle a más de uno con las próximas elecciones legislativas, desde los Tupanistas hasta los Gonzalistas buscarán pescar en río revueltos en la mejor represa que logren fichar. Las parcelas que le dan vida a la corriente pecaminosa hoy por hoy se ven fortalecidas, pero minusválida porque el pueblo ya no confía en ese quinteto. De allí que, agradezco a William Lara la campaña por mantenernos en la palestra de la opinión pública porque si lo dejamos en manos del manuittcismo sin manuitt nos quedaremos esperando su defensa por el liderazgo de quien en nueve años logro reivindicar al pueblo.
En definitiva, el pueblo guariqueño no habla del manuittcismo sin Eduardo Manuitt. La contrarrevolución va por dentro, el enemigo esta mas cerca que cualquier otro del entorno del líder que fue separado de su pueblo. Estudiante de Comunicación Social
PS: Heredia anoche mi abuela soñó contigo
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