Para quienes aman y aprecian la lectura como instrumento liberador, el proyecto auspiciado por la Primera Combatiente del Estado Guárico, Carola Martínez, viene a significar un paso agigantado en varios vértices que a razón de la nueva concepción del ser humano podemos aprovechar, tomando en consideración que la Misión Leer y Escribir es el contacto libre, consciente y sincero entre el libro, la escritura y el ser humano.
De ese contexto y para contribuir con el proyecto de la Misión Leer y Escribir en el estado Guárico es oportuno hacer algunas reflexiones en torno a: ¿cómo llegar a los más jóvenes con un libro frente a la competencia de un televisor? ¿Qué tipo de textos llevar a los adolescente que no tienen el hábito de la lectura? ¿Con cuáles herramientas se debe abordar el tema de la lectura en un hogar dónde la familia no lee? y ¿cómo hacer de un joven de la comunidad un realizador de historias reales con la ayuda de la escritura?
En consideración a lo anterior, es oportuno recordar que para el proyecto Leer y Escribir cada uno de nosotros tiene la necesidad de examinar un libro a cualquier edad, por esa razón, la dinámica que hoy por hoy se le estampa a la búsqueda de nuevos lectores, afianzar a los que ya se tienen y nutrir a los escritores, es una necesidad perentoria y aceleradora del hombre nuevo del siglo XXI enmarcado en ese objetivo primordial de la liberación del colectivo como producto de la enajenación capitalista.
Ahora bien, ese esfuerzo mancomunado que hoy se profundiza, donde un conjunto de instituciones de diferentes niveles se constituyen en la materialización y masificación de los planes que desde hace poco se ha diseñado para proyectar al corazón de Venezuela en esa bonita obra de llevar cultura a todos los rincones de la geografía llanera, es posible abordar las interrogantes de párrafos anteriores, sin desestimar nuevas preguntas que puedan surgir.
En primer lugar, la televisión no puede verse como un enemigo de la lectura, sino un aliado en la promoción de la misma, tampoco es una competencia, porque ambos en justa medida coadyuvan en la formación de criterios. Tanto que, los jóvenes que son más propensos a la televisión deben ser los primeros llamados a la recreación motivadora de los libros, tomando en consideración una televisión propagadora de valores; humanos, sociales, recreativos y educativos.
Es además necesario que los jóvenes que muestren mayor disposición por sentarse largas horas frente a lo que ha denominado Eduardo Liendo “El mago de la cara de vidrio” sepan también que hay un mundo donde se pueden recrear leyendo. La Misión Leer y Escribir, sirve de guía.
Mientras tanto, es determinante saber qué tipos de libros llevar a los adolescentes que no tienen el hábito de leer, con miras a que la lectura y la escritura sean actividades cotidianas y del que hacer en los diferentes ámbitos. De allí que, y como lo diría la promotora de la Misión Leer y Escribir, Carola Martínez, para llamarse lector no es necesario leerse mil o dos mil libros, desde una receta de cocina y hasta la lectura de cómo armar un juguete se esta realizando el ejercicio de la misma. Por eso es que, desde el hogar se debe iniciar con el desarrollo motivacional para guiar los pasos seguros de un lector voraz.
La motivación, juega además un papel determinante, ya que es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta. La Misión leer y escribir servirá de bastión en este binomio familia-misión. Rompiendo las cadenas de la ignorancia.
Agregándole también, ¿Con cuáles herramientas se debe abordar el tema de la lectura en un hogar dónde la familia no lee?, lo ha repetido el equipo de la Misión en reiteradas oportunidades, el libro por sí solo es una gran herramienta, sin embargo, es necesario que ese libro seleccionado sirva de encauce para lectores principiantes y es donde el motivador debe indagar sobre los gustos e intereses de ese hogar. Siempre encontraremos una lectura cómplice para lograr los objetivos. Le sumariamos a todo esto, el espacio físico, los animales, el contexto en sí, sirven de herramienta para lograr los objetivos planteados desde la trinchera de Leer y Escribir.
Finalmente, ¿es posible hacer de un joven un realizador de historias reales?, de eso se trata y muy bien lo tienen delineado los artífices de Leer y Escribes y es que, los comités de cultura de los Consejos Comunales son determinantes en esta obra, para lo cual, se necesita de la disposición de todo el colectivo para convertir las vivencias, objetivos y logros de la comunidad en historias reales. Los muchachos que juegan, que comparten y disfrutan del atardecer tienen mucho que contar, por eso, cada joven es una historia que desarrollar para la Misión que desde ya se vislumbra desde los Morros de San Juan y se expande por los 15 municipios.
Hemos respondido a las inquietudes anteriores, ahora dejemos que el tiempo responda las siguientes: ¿De qué forma el pueblo retribuirá a la Misión el poner como bandera la liberación de la opresión intelectual y creadora? y ¿Nacerá de la Misión Leer y Escribir un nuevo Otero Silva con sus Casas Muertas o un Rómulo Gallegos con su Reinaldo Solar?
Por ahora, el equipo liderado por Carola Martínez y secundado por gente valiosa como: Valeria, Liliana, Grevimar, Wolmer, Orlando, Ramón, Deisy y otros tantos, se han convertido en apóstoles de la lectura y la escritura, lo que seguramente traerá resultados que redunden en la mayor suma de felicidad posible. Por nuestra parte, seguiremos aportando con el tintero.
boligraforevolucionario@gmail.com