Madres primarias

Desde las llanuras de Zaraza, estado Guárico, me llamó Margarita y su esposo Moisés, para darme la noticia que había nacido su primer hijo quien llevaría por nombre Santiago, como el apóstol que acompañó sin miedo al Mesías en la prédica de su doctrina revolucionaria. Con la emoción que se sentía en las vibraciones de su voz, la estrenada madre me dijo: Eduardo, ¡soy una madre primaria! y de inmediato soltó una carcajada de esas que contagian. Al final ambos terminamos riéndonos por lo de “madre primaria”, porque en realidad era una travesura de ella para ponerle un toque de humor a la conversación.

La llamada fue el pasado viernes en la noche y de inmediato les dije que me alegraba mucho por la llegada de su hijo Santiago y que por adelantado la felicitaba por celebrarse el domingo Día de las Madres. A propósito aprovecho para enviarles una felicitación a todas las madres del Táchira, especialmente aquellas amigas que con su esfuerzo, amor y trabajo se esmeran por sacar sus hijos adelante. Por ejemplo, conozco de muchas madres, que desde Rubio, San Antonio, Santa Ana, Palmira, Michelena y Colón, sólo por nombrar algunas cercanas, envían a sus hijas e hijos a la universidad a prepararse para la vida y serle útil al país. Y ese es el sentido de la vida, prepararnos cada día para crecer como personas y ayudar a nuestros padres, hermanos y contribuir con nuestro esfuerzo en el desarrollo del país.

Después de la conversación con esta pareja de esposos que conocí hace algunos meses atrás, me quedé pensando en la frase “madre primaria”; precisamente porque el pasado 25 de abril se celebraron las primarias de los partidos escuálidos y más recientemente, el 2 de mayo, las elecciones del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Comparando ambos procesos internos y viendo los números-votos contados de esas elecciones primarias (PSUV: 2. 973.495 votos; partidos escuálidos: 365.475 votos), podemos decir que la mesa está servida. Definitivamente el 26 de septiembre será de fiesta revolucionaria y hasta San Miguel Arcángel se va a emparrandar desde ese día y hasta el 29 para celebrar la gran victoria.

Las primarias de los partidos opositores fueron realmente un aborto, producto tal vez de esa vida prostituida que han llevado en su existir, particularmente en estos últimos años; de una mala concepción, donde hubo violación, inclusive hasta se cobró una tarifa como si se tratara de una fiesta en un prostíbulo. En cambio, las elecciones primarias del PSUV fueron un parto normal, producto de un embarazo bien pensado, bien planificado, con sus terapias y asistencia reglamentaria. Por ello me gustó la frase de Margarita y sin pensarlo dos veces la copie para el título del artículo que hoy les presento.

Con estos resultados se vienen a bajo los gritos preñados de los partidos políticos opositores, cuando afirmaban que ya tenían los números y los votos para sacar a los chavistas de la Asamblea Nacional y luego ir por la cabeza de Hugo Chávez. En medio de esa ilusión preñada, surgió el aborto y ahora nadie quiere asumir la paternidad de la criatura. En cuatro meses y unos días, más exactamente el 26 de septiembre, será el bautizo de los hijos de la revolución para que luego se sienten compactos en las sillas de la Asamblea nacional.

Politólogo

eduardojm51@yahoo.es


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Eduardo Marapacuto*


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