En “Ni Derechos Ni Humanos”, Eduardo Galeano nos habla sobre como hace más de medio siglo que las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y no hay documento internacional más citado y elogiado. Más sin embargo aclara:
“No es por criticar, pero a esta altura me parece evidente que a la Declaración le falta mucho más que lo que tiene.
En los 30 artículos de la declaración, la palabra libertad es la que más se repite. Pero son cada vez más los trabajadores que no tienen, hoy por hoy, ni siquiera la libertad de elegir la salsa con la que serán comidos. No figura en la lista el derecho humano a disfrutar de los bienes naturales, tierra, agua, aire, y a defenderlos ante cualquier amenaza. Tampoco figura el suicida derecho al exterminio de la naturaleza, que por cierto ejercitan, y con entusiasmo, los países que se han comprado el planeta y lo están devorando.
La Declaración proclama, la realidad traiciona. "Nadie podrá suprimir ninguno de estos derechos", asegura el artículo 30, pero hay alguien que bien podría comentar: "¿No ve que puedo?" Alguien, o sea: el sistema universal de poder, siempre acompañado por el miedo que difunde y la resignación que impone.”
También El Premio Nóbel de Literatura; José Saramago; piensa que:
“Disentir es uno de los derechos que le faltan a la Declaración de los Derechos Humanos”. Mario Benedetti en su poema: ¡Ahora todo esta claro! Hace referencia a que la declaración de las naciones unidas de derechos humanos, solo es garantía para los de derecha, los diestros, los anti-zurdos:
¿No sería hora de que iniciáramos una amplia campaña internacional por los izquierdos humanos?
La Revolución Bolivariana, a pesar de que “extrañamente” es atacada constantemente por los distintos medios de comunicación al servicio de la burguesía nacional e internacional. Ha cumplido con las metas establecidas en el año 2000; en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas. En el marco del respeto a un conjunto de valores fundamentales como guía de las relaciones internacionales tales como la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la naturaleza y la responsabilidad común.
En la Declaración del Milenio de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, los dirigentes de todo el mundo se comprometieron a no escatimar “esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones miserables y deshumanizadoras de la pobreza extrema”. El Gobierno Bolivariano ha venido socializando la educación y la salud para los sectores más desposeídos, ha impulsado la soberanía alimentaria. Es reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que los venezolanos están entre los más alimentados de América latina.
La Revolución Bolivariana cumple con las metas del milenio; sigue construyendo una sociedad más justa, una esperanza para el mundo globalizado; la única vía de salvación de la especie humana y el planeta tierra: El socialismo…
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