He leído un escrito en Aporrea, de la compatriota Lil Rodríguez que me ha entusiasmado, por su sencillez i veracidad en lo que expone; así como por una idea estupenda: invitar al país al periodista i formidable escritor español, Pepe Rodríguez, a quien advierto no confundir con el nuestro que, aunque inteligente, no entiendo como es tan troglodita –no de la “tribu” que descubrió Tulio Hernández- sino de los escuálidos con pensamiento medieval o más atrasado todavía, cavernario a lo que debe el cognomento. Pepe Rodríguez es formidable; yo he leído casi todos sus libros i creo que en todos mis escritos en referencia al Parque Jurásico de la Conferencia Episcopal Venezolana, como los perfiles o facetas que he escrito de los Cardenales Velazco, Castillo Lara i Urosa Sabino, no he dejado de citar sus pensamientos acertados i refrendados o confirmados documentalmente en juicios tribunalicios, muchos, sobre los disparates i falsedades que él expone sobre todo en LAS MENTIRAS FUNDAMENTALES DE LA IGLESIA, así como la depravación moral, el cementerio ético de ideas i actitudes, que encontramos en LA VIDA SEXUAL DEL CLERO, libros que siempre he recomendado leer, para que se vea cómo los jerarcas del Imperio Vaticano, de ese sistema heredero de una de las tres iglesias orientales que se metió en el Imperio Romano a través de la madre de Constantino i de este emperador converso, que le dio un inmenso poderío económico, luego aumentado cuando no conformes con eso, falsificaron documentos para seguir recibiendo beneficios económicos del imperio romano se hicieron el Primer País Capitalista del mundo.
De allí en adelante, Lil Rodríguez, con un sencillo ejemplo, demuestra cómo a veces hasta los párrocos de aldea, son peseteros i contrarios a Cristo; relata cómo recibió un impacto negativo en su infancia, cuando la madre le envió a la iglesia, a buscar agua bendita. Esos eran los negocio pequeños, pero yo he observado en varias ocasiones que he visitado a Italia i al Vaticano, cómo es puro negocio, absolutamente todo. Allí se paga por entrar a los Museos Vaticano; cuando se sube una escalera doble que rodea una copa en una pequeña columna i dentro de una fuente, la gente tira monedas para acertar “una cesta” como en el basket. A veces cae en la copa i casi todas en la fuente, i eso lo barren varias veces al día para acumular el dinero, igual a lo que pasa en la Fontana de Trevi. Cada “souvenir” que se compra es dinero en cantidad; por subir a la cúpula o bajar a ciertos sótanos con tumbas, hai que pagar, o para comprar o encender velas. La ancha i larga avenida que llega hasta la Plaza San Pedro, son negocios del Vaticano, de estatuitas, monedas, medallitas, cruces de todas las forma i tamaños, crucifijos, medallones, pinturas, pergaminos, estampillas, estatuillas, rosarios, libritos de misa, biblias, de multitud de tamaños i presentaciones, i sería mui larga la lista para seguir citando. Eso está tan lleno de turistas compradores; es allí donde se tropieza con un ejército de prostitutas ofreciendo sus encantos o servicios, dando direcciones de hoteles con tarjetas, alguna de aspecto mui religioso, hasta con la imagen de un santo o un papa, porque negocio es negocio donde quiera. Una vez compré una tremenduras pornográficas, unos bolígrafos con muñequitas que al cambian la verticalidad se desnudan, un desodorante de bolita que asoma no una bolita, etc., i eso era en un puestecito en una puerta lateral de Notre Dame de París, posiblemente perteneciente al cura párroco, con un fiel cristiano de vendedor, bendito.
Por eso la idea estupenda de traer a Pepe Rodríguez, la suscribo con entusiasmo i hasta me ofrecería a acompañarlo en un panel, quizá con Alberto Nolia, Carlos Escarrá, Jesús Aranguibel o Mario Silva, para discutir de esos temas con los principales personajes de la CEV como Urosa Sabino, Baltasar Porras, Roberto Luckert i Ubaldo Santana, i demostrarle lo falsos i embusteros que son, carente de preparación hasta en lo que concierne a la Historia Criminal de la Iglesia i la bestialidad política que los caracteriza; aunque de esta mafia están excluidos, hombres que si tomaron el sacerdocio como fieles seguidores de Cristo, tales como el Padre Rojas, Freites el Bueno, el Rector de la Universidad de Santa Rosa (que no recuerdo el nombre) o en Maracaibo ese gran sacerdote i mejor revolucionario que es mi gran amigo el padre Vidal Atencio, todos estos casi perseguidos por la CEV, mientras apoyan a energúmenos i salta-talanquera como el Padre Palmar; el gobierno debe revisar ese concordato o relación de Estado con el Vaticano, suprimir todo aporte económico i otros privilegios, i adaptarnos totalmente a nuestra Constitución, como un estado laico, con libertad de cultos i sin permitir que desobedeciendo al mismo Vaticano, estos sacerdotes incursiones en la política i en sentido negativo: desestabilizando, promoviendo la violencia i conspirando, hasta llegar a desear el magnicidio. ¡Qué cristianismo es este!
Por todo esto apoyo la idea de Lil Rodríguez i espero ponerme de acuerdo con ella, para esa visita del escritor español que ha desenmascarado a una iglesia anquilosada i medieval, que a mi juicio i como me lo explicaba mi maestro en filosofía, Adolfo García Díaz, un formidable profesor, amigo i filósofo mexicano, dudaba de muchas cosas que se atribuían a Cristo fuesen ciertas, entre ella que dijera ser el Alfa i la Omega del mundo o de la vida i. hasta que hubiese fundado a la Iglesia, llamada de Cristo.
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