He allí tu sepulcro padre,
he allí tus huesos, he allí tus frustraciones envueltas
en plomo. Te sentimos todos tus descendientes vivo, altivo y orgulloso,
reclamando a tu caballo palomo, ese mismo el de Casilda, el que
te acompañó triunfante después de cada batalla cuando gritasteis
mil veces… ¡A la carga, a la carga, a la carga!
He allí tu sepulcro padre,
el que guardaba tus restos, libertador de naciones, el soñador
del Chimborazo, del juramento del Monte Sacro, el amigo fiel, general
de generales, el traicionado una y mil veces, el que murió en
Santa Marta con una camisa prestada, el que los libros de texto
despectivamente
dibujaban, en terraplenes ausentes con una triste mirada, solo
escribiendo
soledades y esperanzas sepultadas….
Hoy mi general, mi padre,
tus hijos temblamos de orgullo, al presenciar tus ascendencia a la vida
en este siglo, porque palpamos tu esencia, ese espíritu indomable entre
soldados y pueblos tu descanso ha terminado, porque lo anhelaba el
tiempo
cuando despiertan gigantes, como el amado Simón, eterno republicano.
El que no sienta el fervor
de verte glorificado, es que quiso a Santander, el traidor de los
soldados,
es que festejo la bala que al mismo Sucre ha matado, es que defendió
al poderoso, el que al negro ha esclavizado, ese no quiere a la patria,
ese no quiere al hermano y se retuerce al saberte, gracias al pueblo
aclamado, gracias a Chávez compadre, gracias a todos he dado,
por admirar el proceso de este pueblo liberado.
Déjeme describir amigo, lo
que vivió el soberano y entenderá Don Simón lo que
usted ha despertado: “Se siente una llamarada, que recorre las entrañas,
un temblor del corazón al observarlo en la caja, no es una estatua
de bronce o de oro troquelada, es su merced que regresa hecho furia
desatada”
Patria, Socialista o Muerte……..Venceremos