El asedio de una fórmula

El tema que me ocupa en esta oportunidad está orientado a determinar algunas acciones que persiguen el objetivo de aplicar en nuestro país “El efecto Zelaya”. La acción de la cúpula eclesiástica en Venezuela, la injerencia de los senadores chilenos, el tema de los alimentos dañados, las pretensiones de la Unión Europea y Estados Unidos de querer vincularnos en el conflicto con Irán; por último, la zoquetada de las supuestas pruebas presentadas por el Gobierno de Colombia ante la OEA sobre campamentos guerrilleros en la República Bolivariana; estos aspectos, los cuales para muchos pueden parecer aislados, lo que buscan es debilitar a nuestros simpatizantes y ganar adeptos en las filas de la oposición en las elecciones del 26 de septiembre.

Muchos asumen que el fenómeno de Honduras y su “presidente” actual, espurio, es un tema del pasado; lo cierto es que la fórmula aplicada en ese país, nos duela o no, le funcionó al Departamento de Estado de la Casa Blanca. La detonación del congreso hondureño y su operación como quinta columna para justificar el golpe de estado a Zelaya funcionó a la perfección; hoy, a pesar de todo lo que han hecho los movimientos sociales de esa nación centroamericana, a pesar de las denuncias de violación de los derechos humanos, asesinatos de lideres sociales, sindicalistas, asesinato de 7 periodistas, de las sanciones impuestas por los organismo internacionales; el presidente de facto de ese país está ahí ejerciendo poder a los ojos de todos.  

El problema no es ni con Uribe, ni Santos, ni Urosa, ni mucho menos con el inefable Zuloaga; el problema es con los gringos y su necesidad de apoderarse de nuestras reservas petroleras y demás recursos naturales de la Patria de Bolívar. Obama sabe que si pone sus garras en Irán o su lacayo Israelí arremete contra el pueblo persa, los precios del petróleo subirían a un nivel incontrolable para la Casa Blanca. La conexión entre América Latina y Medio Oriente es, entre muchas, de carácter energético, es sobre todo de geopolítica petrolera; en tal sentido, las acciones militares del Pentágono se diseñan y aplican con un ojo puesto en los países árabes y otro en Venezuela. Sin ánimo de sonar exagerado es importante asumir como venezolanos que la política internacional de Obama está supeditada a lo que ocurra en la Revolución Bolivariana.

El Gobierno de los Estados Unidos necesita “aterciopelarle” un golpe de estado al presidente Chávez, requiere posicionar a sus más fieles cancerberos en nuestra Asamblea Nacional con el único propósito de consumar la fórmula que aplicaron en Honduras. Quien pierda de vista este escenario creerá tontamente que Uribe nos ataca porque sufre de un capricho antichavista. La oposición conjura sus mejores cartas para ubicarse como un poder beligerante en el legislativo nacional. Si a estas alturas, a pocas semanas de estos cruciales comicios, la maquinaria chavista no juega cuadro cerrado para garantizar la mayoría en la Asamblea Nacional, lo que vendría es un zarpazo a este proceso político el cual hasta los momentos ha asumido los mecanismos de legitimación establecidos por la democracia y muy pocos, los impulsados por una revolución en los términos convencionales.  
 
 
Periodista

marianoali73@gmail.com
 


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Mariano Alí

Periodista Venezolano-Palestino.

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