La oposición no puede ser subestimada. Tienen un obscuro y poderoso líder: El odio irracional a Chávez y todo lo que le rodea. Ellos no tienen líderes importantes, no tienen sino un sólo proyecto: Acabar con todo el progreso obtenido por el proceso bolivariano y volver al lacayismo y asesinatos selectivos. Es nuestro deber votar el 26-S para que esa gentuza violenta no sabotee la Asamblea Nacional y no derrumbe leyes que nos han hecho avanzar en la educación, salud, deportes y convenios comerciales con países industrializados y más avanzados que el nuestro, entre otras cosas.
Para la venidera selección de los diputados a la Asamblea Nacional, en lo personal, votaré por el presidente Chávez. El próximo 26-S se librará una batalla más por la liberación paulatina de nuestra nación de los yugos colonialistas que hasta hoy nos atan. Otra batalla para seguir apartando del escenario político a aquellos diputados lacayos qué, como dice Alí, en lugar de acariciar manosean al país que los vio nacer. Sí, los vio y luego no los avistó más.
Votaré por el comandante porque es el gran alcalde de Venezuela, el gran diputado, el mejor ministro y el doliente mayor de los marginados. No me llaman la atención casi ninguno de los candidatos a diputados por la sencilla razón de que no cumplirán, salvo contadísimas excepciones, con el mandato que nosotros le damos a través del voto. Ahora bien, les dejo el beneficio de la duda si cumplen con el siguiente perfil nacionalista y revolucionario:
1.- El pueblo espera que al ser electos sientan un inmenso fervor por tener la oportunidad de ayudar con la elaboración de leyes que nos beneficien a todos y que esas leyes tengan proyectos viables y no burocráticos.
2.- Que no cambien sus números telefónicos.
3.- Que no se vuelvan obsesivos por comprarse una camioneta negra 4x4.
4.- Que hagan todos los meses parlamentarismo de calle con una oficina parlamentaria incluida.
5.- Que no le digan al ciudadano común “cualquier cosa los llamo” pues preferimos una mentada de madre.
6.- Que asistan puntualmente a su trabajo y no abusen de los famosos viáticos.
7.- Que la vanidad y la prepotencia no los arrope, además de los negocios "matatigres".
8.- Que no se sientan en la cima del cielo pues mientras más alto más fuerte es la caída.
9.- Que pongan en práctica el funcionamiento de sus neuronas para detectar las salidas más inteligentes a los graves problemas que nos aquejan sin esperar a que el presidente lance leyes habilitantes.
10. En fin, que no se vuelvan “invisibles” al soberano que depositó sus votos confiando en sus gestiones y que si saltan la talanquera lo hagan lanzándose al Guaire para servir de alimento a los bagres. Que no pierdan el tiempo como lo hizo la actual Asamblea. ¿Es mucho pedir?
Votaré por Hugo Chávez.
efraingran@gmail.com