Que me perdonen Changó, Olofi y Obatalá, pero...

Santería sanitaria

En la descripción histórica de la SANTERÍA se cuentan muchas realidades y, algunos que otros mitos que, hasta ahora, este cristiano no ha llegado a entender y si las cosas siguen como van, creo que jamás me enteraré 

¿Qué coño es lo que sucede con la religión SANTERA o YORUBA, es decir, cuando el mundo era el mundo que no es este mundo que ahora estamos viviendo, las religiones tenía un significado y unos principios dogmáticos muy acordes con su ética religiosa, o sea, los que profesaban las religiones las respetaban, pero una vez mercantilizadas las religiones, tirios y troyanos empezaron a desvirtuar la realidad del sincretismos religioso, es decir, mercantilizaron la religiones y ahora por cualquier bautizo o consagración, hay que bajarse con un bola de billete, tanto así, que ya los come mierda seguidores, ya no tienen el menor rescato para las charlatanerías, o sea, en esta vida cualquier pajuo que se vista de sumo pontífice o babalao de esta religiones, tienen los poderes suficiente para decir cuatro cosas inteligibles  y en menos de lo que canta un gallo o se pierde un peo en un chinchorro, los carajo se ganan sin mucho esfuerzos, la mamá de las Boloña, es decir, un billete gordo  y una caterva de pajuos creyéndose en el infinito de donde jamás debieron salir.

Para que nadie se caiga a coba, debo decirles que me encanta y me fascina la religión de la SANTERÍA, pero no para practicarla, porque pienso que debe haber una mejor forma de realizar sus ritos sin tener que estar sacrificando seres vivos, y mucho menos estar profanando tumbas ajenas para lograr sus cometidos causando un daño terrible, tanto a  la PACHA MAMA como a los sobre vivientes, pariente, dolientes y amigos de todas las personas que son profanadas sus tumbas en los distintos cementerios, esa es mi visión y por eso respeto la posición filosófica y religiosa de cada quien, pero vuelvo y repito, me gusta la santería.

Ahora bien; una vaina es que a mi, JESUS CHUA ESPINOZA me encante la religión santera y una güebonada muy distinta, es que yo deba apoyar la sinvergüencería de algunos delincuente religiosos que escudados sobre el manto de la noche, se han dado a la tarea de dejar los cadáveres de los animales sacrificados en sus rituales en cualquier calle de Caracas y en fin en cualquier lugar de  Venezuela, esa vaina no debe ser y no se puede seguir permitiendo, yo estoy seguro que más de un BABALAO, me va a echar cualquier cantidad de maldiciones o se pondrán de acuerdo para que me caigan las siete plagas de Egipto, pero prefiero esa vaina, a que unos pajuos vayan a causar una epidemia sanitaria en Venezuela, tan solo por temor a los SANTOS.

Que me perdonen CHANGO, OLOFI Y OBATALA, pero creo que ya está bueno ya, no se puede seguir permitiendo el abandono de esos animales muertos, en plena vía publica y sin ningún tipo de recato, creándose diversos focos de posibles brotes de contaminación por las bacterias que se producen en la contaminación de los cuerpos de los animales abandonados por toda la ciudad.

ME DESPIDO PERO POR SI ACASO AHÍ LES DEJO MI PROTECCION

Orichanlá Okonrin ati Obinrin ni layé, eledá no gbogbo ni gbogbo na darandara, atí burukú, Obá ati Ayaba afin, Ogá ni na tala gbgbo na cheche, Babá wa afin alano jekua Babá Mí

cabacote@gmail.com



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Jesús Chua Espinoza


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