Desarrollo Endógeno

Articulo publicado en Espacio Autogestionario www.espacioautogestionario.com

La Revolución Bolivariana ha impactado de forma determinante en todo el país. El control de la inflación, el incremento de las reservas internacionales, la recuperación de PDVSA, las grandes obras de infraestructura, el aumento en más del 3000% en el número de cooperativas, la alfabetización masiva, la Misión Barrio Adentro y la defensa de los precios del petróleo son sólo algunos de los grandes logros del Gobierno Revolucionario.

Sin embargo, hasta este año, la Revolución no había impactado el modelo capitalista de dominación y explotación. Ni siquiera el gigantesco esfuerzo de alfabetizar y educar al pueblo es suficiente para derrotar al capitalismo. Las exitosas misiones como Barrio Adentro, Ribas y Sucre fácilmente pueden convivir bajo una sociedad entregada al neoliberalismo.

Es la Misión Vuelvan Caras la que realmente enfrenta el modelo y sienta las bases para derrotarlo. Con esta Misión se pretende llevar adelante el Desarrollo Endógeno como una herramienta para erradicar la pobreza de nuestro país. La Misión busca crear Núcleos de Desarrollo Endógeno a lo largo de todo el país como una estrategia que busca romper el modelo productivo capitalista, le da poder al pueblo y democratiza la riqueza nacional. Los Núcleos de Desarrollo Endógeno (NDE) son los que llevarán adelante el desarrollo, por eso están actualmente diseminados a lo largo de todos los estados de la República, enfrentando día a día los vicios del capitalismo y sus consecuencias: la pobreza, la burocracia, la ineficiencia. Desde una perspectiva revolucionaria, los NDE permiten que el pueblo se organice y genere los bienes y servicios que necesita para vivir con dignidad. Los NDE no deben ser entendidos como una práctica reducida sólo a los marcos económicos, por el contrario, son desde un punto de vista autogestionario “una combinación de factores económicos, psicológicos, afectivos, volitivos, todo un proceso de interacción humana, en el cual las personas toman debida rienda de sus vidas” (Humberto Miranda Lorenzo, Alcances y Límites del Paradigma Autogestionario)

El desarrollo autogestionario propicia valores como la solidaridad y la cooperación, contrapuestos radicalmente a los valores individualistas y competitivos del capitalismo. El modelo capitalista basa su existencia en la explotación perversa del hombre, entendiéndolo como una mercancía más, para acumular capital y extraer plusvalía. El capitalismo no toma en cuenta para nada los grupos sociales, ni nacionalidades, ni cultura, ni el entorno ambiental, su finalidad es extraer riquezas aún a costa de la supervivencia del planeta.

La Revolución se encuentra en un proceso en el cual está inventando un nuevo modelo económico. Ya lo decía Simón Rodríguez, cuando señalaba que “inventamos o erramos” (Sociedades Americanas, 1842). En los NDE también se está inventando. En ellos se construye una forma diferente de generar riquezas incorporando a los excluidos, aprovechando el esfuerzo coordinado del Estado y de las organizaciones populares, tomando en cuenta el ambiente, valorando las potencialidades del entorno y teniendo la visión del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional. Pero esto no es nuevo, ya en 1995 señalaba Oswaldo Sunkel (“El desarrollo desde dentro: un enfoque Neoestructuralista para la América Latina”) que “un verdadero desarrollo nacional y regional tendrá que basarse primordialmente en la transformación de los recursos naturales (…) en el aprovechamiento mesurado y eficiente de la infraestructura y capital acumulado, en la incorporación del esfuerzo de toda su población –en especial de aquella relativamente marginada- y en la adopción de estilos de vida y consumo, técnicas y formas de organización más apropiada a ese medio natural y humano.”

Las teorías clásicas revolucionarias señalaban que cuando las fuerzas productivas entraban en contradicción con las relaciones de producción, se generaba una crisis que abría el preámbulo a una revolución y a la generación de un nuevo modo de producción. En los NDE se está innovando en esa visión del cambio revolucionario pues se está construyendo un nuevo modo de producción generando desde abajo nuevas fuerzas productivas con nuevas relaciones de producción.

El Desarrollo Endógeno no se basa únicamente en darle respuesta a la cuestión económica. No se trata sólo de resolver el problema económico, es también producir una nueva sociedad en la que la exclusión social sea sólo un pasado lejano, en la que el pueblo se organice horizontalmente, sin relaciones de dominación, en la que se promuevan nuevos estilos de vida y de consumo, y en la que las esperanzas y sueños de los venezolanos sean una realidad.

ofgomez@espacioautogestionario.com

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Omar Gómez

Conductor del programa "Latinoamérica Unida", por La Radio del Sur.

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