“Hablemos
un poco sobre “INFLACION””.
Estimados camaradas socialistas, les tengo que confesar, antes de que se enfrasquen en leer este articulo, que yo no soy, ni por asomo, economista, humildemente llego a ingeniero, amen, de ser un muy mal articulista y creo que peor poeta, pero algo que si tengo son dos dedos de frente y parafraseando a dos grandes economistas, que hoy en día hacen filas en el grupo de opositores de nuestra revolución, pues bien, uno de ellos dijo hace ya unos años: “para entender la economía solo hace falta tener 2 dedos de frente” y el otro, en tiempos mas recientes, dejo esta frase en su programa de radio: “las predicciones hechas por los economistas son tan inexactas, que hemos convertido al clima en una ciencia exacta”, pues bien, en tenor a estas frases con las que concuerdo ampliamente y ya que considero que tengo un poquito mas de dos dedos de frente, entonces esbozare, lo que para mi criterio, es lo que esta pasando con la inflación en este proceso revolucionario socialista.
Entenderán que al no ser economista no utilizare, ni por asomo, esa enorme cantidad de palabras, frases, términos especiales de esta ciencia, no señores, hablare en el idioma llano, el idioma raso, puro, claro y coloquial de la calle, amen de que no voy a exponer un súper tratado o ensayo muy revelador, sobre las mil y unas variables existentes entorno a ese gran problema y dolor de cabeza llamado “Inflación”, yo, muy modestamente, analizare las dos mas grandes y casi exclusivas variables que tanto afectan y tanto definen a la inflación, a saber “La Oferta” y “La Demanda”.
Entendamos un poquito el juego de la inflación y luego veamos, como lo solucionaban en la cuarta republica, aquí en Venezuela, además, como lo solucionan aun muchos países, entre ellos muchos de nuestros grandes aliados en este proceso revolucionario, en esta nuestra bella patria grande y luego veremos la solución que le esta dando nuestro gobierno revolucionario, presidido por nuestro líder el comandante Hugo Chávez.
La inflación, clara y llanamente, es lo que los médicos llamarían, un efecto indeseable en un tratamiento o los que los físicos llamarían, un daño colateral a una reacción física, en pocas palabras, la inflación es un error, un desatino, una falla, inherente, pegada, propia, nacida de las entrañas del sistema económico del libre mercado, así de claro y sencillo. Entendámonos, la inflación es el excesivo aumento periódico de los precios, tanto de mercancías, como de bienes y servicios y esto viene dado, básicamente, cuando se presenta una distorsión, en el muy frágil y altamente vulnerable balance entre la oferta y la demanda dentro de un mercado específico y en nuestro caso, dentro del mercado venezolano.
Sepamos que esta variación, este desbalance, cuando favorece a la oferta, (muy poco visto este fenómeno en el mundo, pero se da y se ha dado), es decir, que hay mas bienes de consumo que dinero disponible o circulante en la sociedad, pues los precios se estabilizan o si la variación o desbalance, es muy pronunciado, se produce un efecto poco visto conocido como deflación. Ahora bien, si el desbalance favorece a la demanda, (esto es lo mas normal, común y es nuestro caso en especifico), es decir, hay mucho mas dinero disponible o circulante en la sociedad, amen de haber mas cantidad de personas al alcance de esta riqueza, que los productos o bienes existentes, estos ante su escases y una apremiante demanda, aumentan de precio produciendo de esta manera la tan odiada inflación.
Pongámoslo en un ejemplo cotidiano y muy sencillo, como el de las cebollas. Cuando es temporada de este bulbo, el precio baja drásticamente y es muy económico, ya que hay muchas toneladas de este fruto disponibles en el mercado y su enorme cantidad abruma el numero de compradores y por ende, el comercio para no perder la producción, baja drásticamente los precios, pero cuando la temporada pasa o un efecto climático afecta las cosechas o un grupúsculo de apátridas productores industriales agrícolas acapara y crea una ficticia escasez, este producto ante el poco nivel en numero de kilos disponibles y el número de compradores, que son los mismos que antes, pero la cantidad de producto es muy escasa, pues entonces el precio de este bulbo se va a las nubes.
Se que la gran mayoría de las personas que a este punto aun sigan leyéndome, estarán totalmente de acuerdo que siempre y repito siempre, hemos sufrido de esta mal formación llamada inflación, porque como ya dije, es un mal inherente, es un daño colateral imposible de evitar, en un sistema capitalista de libre mercado; claro esta, esta inflación localizada en escasos productos, sobre todo, aquellos agrícolas que dependen de estaciones o a caprichos medioambientales, es una inflación inocua que pasa casi desapercibida, la inflación grave, la inflación que se nota y causa graves problemas en la economía de un país, es la inflación estructural, la que se presenta en todo el global del mercado del país.
En el caso venezolano, venimos sufriendo de esta inflación estructural, desde el mismo inicio de este gobierno revolucionario, pero ojo, no es que antes no había, no señores, veníamos de una década de inflaciones por encima del 50% y en un par de años, superando los tres dígitos y que casualidad, esos años coinciden con la gestión en Cordiplan, de un connotado periodista socialista, miembro del extinto partido MAS y que tanto critica las medidas económicas del gobierno, un poco cara dura ¿no creen?, pero bueno, volvamos a lo nuestro, Venezuela viene sufriendo de inflación ya desde muy antes del “caracazo”, pero como lo que me interesa es el periodo de la revolución, para hacer honor a la verdad, siempre hemos tenido inflación, con muy variados niveles, desde la llegada al poder del presidente Chávez.
Ahora veamos cual era el sistema que se empleaba para tratar de contener y dominar a este gran flagelo de la inflación en épocas de la cuarta republica, pues bien, ya que debido a bajas severas en los precios del petróleo, a los constantes recortes de producción solicitados desde la OPEP, y la escases de dólares reinantes y ya que nuestra producción nacional, en época de la cuarta, no llegaba ni a cubrir el 30% de lo que consumíamos los venezolanos, pues se entenderá, muy fácilmente, que el aumento de la variable de La Oferta, era utópica y totalmente imposible, nuestra enorme dependencia de la renta petrolera nos hacia un títere a los caprichos de los grandes consumidores, que para esa época y gracias a la política entreguista de estos gobiernos latinoamericanos, nos tenían muy mermados de recursos, así que ante la disyuntiva clara de no poder aumentar La Oferta, la vía directa es la disminución drástica de la posibilidad de La Demanda.
Esto se hacía, de una manera poco traumática, como lo era el incitar al ahorro en los venezolanos, elevando las tasa de interés, para que de esta manera, resultase mas atractivo para el ciudadano ahorrar que invertir en un bien material, pero claro, esto tiene su límite, ya que su abuso en una economía tan cerrada, dependiente y maltrecha, como la venezolana en los 90, trajo como consecuencia la debacle financiera tan conocida y tan padecida.
La otra vía de merma drástica en La Demanda es mas traumática, esta es eliminando el dinero, el capital, de las manos del ciudadanos, sobre todo, del de clase media y del pobre, que son la enorme mayoría y esto se logra fácilmente, no aumentos de sueldo, no inversión en el gasto social, “Sinceración” de precios en el área alimentaria y así de esta manera, evitar que la gente tenga dinero mas allá de lo que se tiene para poder vivir y así, controlando La Demanda, la poca oferta existente no ejercería una presión inflacionaria tan grande.
Señores bastara recordar cuantas veces aumentaron los sueldos de los trabajadores en los últimos 15 años de la cuarta republica, para refrescarles un poco la memoria, se cuentan con los dedos de una mano y sobra un “bojote” de dedos, esto aunado a nulas políticas sociales, lograban atenuar, en cierta medida el impacto inflacionario, pero como es fácil de prever, traían una enorme presión de vida en los ciudadanos tan comprimidos, tan exprimidos, tan olvidados por los gobiernos, que llego un día se cansaron de comer “Perrarina” y que encima hubiese que agradecérselo al gobierno y sobrevino el “Caracazo”.
Tras este trágico, pero muy necesario evento, ya el control de la inflación por parte de gobierno en la década de los 90 fue imposible, bastara recordar que por más de tres largos años y bajo la regencia de un “Sabio” ministro de economía, que hoy es editor de un periódico y hace vida en la oposición, la inflación tuvo registros de “tres dígitos”, algo que jamás se había visto en esta bella patria de Bolívar y nuevamente, es muy fácil explicarlo, seguían sin poder aumentar La Oferta y a esto se le sumaba la enorme presión social, que había tenido su válvula de escape en el “Caracazo”, entonces, ya lograr el control inflacionario, solo con el recorte en La Demanda fue imposible y tuvieron que flexibilizar esta presión a La Demanda y por ende, les fue imposible subsanar o controlar siquiera a la inflación.
Hay que tener muy en cuenta que esta receta que aplicó Venezuela en épocas de la cuarta república, es la misma receta que tiene en sus sistema el “FMI y el BM”, es su receta automática para salvar de las crisis a los países, recorte drástico en La Demanda, a través de congelación de sueldos, despidos masivos, cero gasto social y fuerte inversión en el sector privado, para la recuperación de La Oferta, para muestra tenemos el caso actual de Grecia, que a costa del sufrimiento de los más débiles, de los más pobres, están tratando de salvar su ya moribundo sistema capitalista y este mismo paquete, eso sí, mucho más moderado, con mayor carga social, pero con aun mucha desigualdad en el reparto de los bienes y del dinero, es lo que aplican nuestros hermanos latinoamericanos, como Bolivia y Ecuador y que tanto nos ponen, los oligarcas venezolanos, como ejemplo.
Esta, mis estimados señores, es la solución automática, la solución milagrosa, la GRAN solución de la oposición venezolana a la inflación, es decir, volver a poner a comer “mierda” al 80% de la población, para que el otro 20% tenga acceso a un muy buen y controlado precio de casi todos los bienes, es así como en época de la cuarta, era fácil que la producción de carne nacional nos abasteciese, claro, solo comían carne el 25% de los venezolanos, el resto, el otro 75%, una vez al mes y de vaina. Señores, por favor, hay que tener un poco de memoria y darse cuenta que la deuda social que acumulaba Venezuela en 1999, de no haberse producido este cambio en el rumbo gubernamental en Venezuela, mas temprano que tarde, nos habría lleva no a un “Caracazo”, sino más bien a un “Venezuelanazo” y seguro que hoy en día, aun no nos habríamos curado de sus heridas.
Ahora veamos que hace nuestro digno gobierno para controlar la inflación. Lo primero que debemos tener en cuenta y muy en claro, es que nuestro gobierno combate la inflación de la única manera en la que se le puede combatir, nivelando y controlando las dos variables que tanto rigen a la inflación, es decir, nivelando y controlando La Oferta y La Demanda. El primer y claro paso ante la enorme presión social existente, fue la de sincerar La Demanda, la de hacer realmente llegar la riqueza petrolera al pueblo, logrando un vasto, amplio y muy importante gasto social, una inversión en bienes y servicios en el apartado social de manera permanente e importante.
En once años de gobierno socialista, solo en el 2002 no se aumento el sueldo de los más necesitados y siempre en niveles iguales o superiores a la inflación del año anterior, nunca, ni en momentos de baja petrolera, se han disminuido, ni siquiera un poco, las grandes inversiones sociales a través de las misiones y estas abarcan a todos los aspectos sociales de nuestro pueblo, como por ejemplo, en la alimentación Mercal, PDVAL; en educación, Ribas, Sucre; en salud, las Barrio Adentro y así miles de misiones, de clara inversión y gasto social, que lo que ha traído consigo, es que ahora el acceso a las mercancías, bienes y servicios, así como de la riqueza, sea para un muy amplio sector de la sociedad, es decir, ahora todos comemos carne y todos los días.
Si se me ha estado siguiendo con atención, se sabrá a estas alturas, que esta enorme inversión social ha logrado, en gran medida, paliar esa enorme deuda social acumulada, pero ha traído, a la vez, que el aumento en La Demanda sea innegable y además muy fuerte, para lo cual el gobierno, para tratar de controlar a la inflación, ha atacado la otra variable, a La Oferta, pero aquí es donde se ha encontrado con los grandes problemas, la enorme reticencia de los grandes “cacaos venezolanos”, dueños de los medios de producción por ceder sus privilegios y por cambiar según los nuevos tiempos, esto ha traído consigo, que el aumento en las importaciones haya sido muy cuantiosa en los últimos tiempos.
Estemos claros a estas alturas, un gobierno socialista como el que tenemos, jamás va a dejar de invertir en el apartado social y es así que ha obrado en los primeros ocho años, en ese tiempo, todos sus esfuerzos por contar con el apoyo del aparato productor venezolano han sido infructuosos, así que se dedico a controlar el sistema bancario y el sistema cambiario, para tener el control del dólar y de las importaciones y ahora se ha pasado a la tercera fase, el control definitivo del sistema productivo venezolano.
Camaradas, a estas alturas hay que tener esto muy claro, ya la presión de la deuda social está muy controlada, ya se ha controlado también el sistema bancario y cambiario, teniendo así, el control de lo que se importa y de los dólares del país, ahora se ha empezado con la última fase, tan necesaria para, no solo, el control de la inflación, sino para el control y buen funcionamiento de la economía, como es el control de la producción nacional.
Una vez que este control sea efectivo, entonces si es verdad que ya no existirá razón para que los niveles inflacionarios del país sobrepasen a un 5% interanual y con clara tendencia la baja, pero esto solo será posible con el control absoluto de los medios de producción, porque ya quedo claro en estos once años, que trabajar con el sector privado es imposible, así que la única manera es adquiriéndolo o controlándolo férreamente y así en un futuro no muy lejano, según mis predicciones en menos de un lustro, el control de la inflación será una clara realidad en nuestra bella patria.
Ya para finalizar este articulo, no me quiero despedir sin recordar una célebre frase de ese ministro de economía cuarto republicano que mencioné anteriormente y que decía “Estamos mal, pero vamos bien”, pues yo parafraseándolo diré “No estamos tan mal, pero vamos tan bien, que estaremos mucho mejor” y ahora sí para finalizar, tengamos presente que el próximo flagelo que se le avecina a nuestra revolución es el de la INEPTITUD, LA INOPERANCIA, EL BUROCRATISMO Y LA CORRUPCION.
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