La realidad es que los colores verde y rojo son colores completamente diferentes. El rojo es rojo y el verde es verde, como que el sol calienta. Son cosas que sabe todo el mundo. Aproximadamente, una de cada veinte personas tienen un defecto en la visión cuyo resultado es que perciben ambos colores como idénticos: el rojo y el verde son el mismo color. Una de cada veinte personas hacen el 5% por ciento de la población, lo que quiere decir que el 95% de las personas perciben la realidad con precisión, exactamente como es. Si el 95% de la humanidad fuera daltónica, ¿cuál sería entonces la realidad?
El pasado viernes 12, se presenta una situación de retraso del servicio, algo rutinario para los usuarios/usuarias del Metro de Caracas, inusual para el ministro de transporte y comunicaciones y su equipo gerencial; lo que es rojo para los usuarios/usuarias es verde para el ministro y su equipo de apoyo, sobre la base de estas diferencias de percepciones de lo que ocurre diariamente en el Metro de Caracas. Para quienes usamos, diariamente, el servicio de Metro Caracas lo ocurrido fue una protesta provocada por el pésimo servicio y los retrasos consuetudinarios, para el ministro y su equipo fue saboteo y una acción de secuestro de trenes y vagones, realizado por el oposicionismo apátrida.
Algo no cuadra. ¿Cómo hicieron los oposicionistas para provocar el retraso si de ellos/ellas no depende la operatividad del servicio?, había que justificar esta hipótesis, dada por verídica, ¡ah!, nos recordamos que las bandas fascistas del delincuente de cuello blanco de Leopoldo López, horas antes se encontraban en las entradas de la estación realizando una encuesta a los usuarios/usuarias del servicio, aquellos/aquellas quienes precisamente, horas después manifestarán su descontento por un retraso más, de los tantos, que tienen que soportar todos los días del año. Así, se inicia una operación para justificar la hipótesis, en la que se involucra a la Policía Nacional Bolivariana que goza del mayor respeto de los usuarios/usuarias del Metro de Caracas, precisamente, de la cual no gozan ni el ministro ni los gerentes. Una pésima jugada que desvirtúa la seriedad y el respeto que se ha venido ganando, entre los ciudadanos/ciudadanas, nuestra Policía Nacional Bolivariana, fruto de un extraordinario trabajo en procura de nuestra seguridad.
Mientras, desde el twiter, el nuevo presidente del Metro ve transcurrir los acontecimientos y emite directrices. ¿Temor a los usuarios/usuarias?
En otro
escenario se dilucida nuestra incógnita, ¿saboteo o acción terrorista
de la oposición?, el juez de la causa emite sentencia: ni terrorismo,
ni saboteo oposicionista, simplemente protesta de usuarios/usuarias
descontentas; esa es la realidad que compartimos con el juez de la causa;
así, señor ministro póngase a trabajar en la solución de los problemas
que afectan el servicio del Metro de Caracas, no busque excusas en delincuentes
de cuello blanco sancionados por la Contraloría General de la República,
que deberían estar en prisión por corruptos…Los caraqueños/caraqueñas
se lo exigimos!!!
Caracas, 15 de Noviembre de 2010
henryesc@yahoo.es