El pasado viernes 12, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, anuncia al país el decreto 7.791, mediante el cual, se describe la forma de pago y las fechas correspondientes del aguinaldo; con la celeridad del caso, algunos ministerios se apuraron hacer el primer aporte hacia el martes 16, otros como el MPPEU lo hicieron sin considerar todos los elementos constitutivos de la bonificación, motivo que conllevó a que solo se les cancelara al sector universitario apenas el 70% del monto correspondiente a esa primera parte, otras instituciones del mismo Estado ya habían cancelado completo a sus trabajadores/trabajadoras esa bonificación de fin de año, otras se apegaron a lo establecido en sus contrataciones colectivas, como debe ser, ya que las mismas son Ley entre las partes. Y mientras se despelotaba el Estado, el descontento se generalizaba entre los trabajadores/trabajadoras. Hacia el miércoles 17, la Asamblea Nacional aprobaba el Crédito Adicional respectivo para que las instituciones del Estado pudieran hacer frente a esa importante erogación presupuestaria. Finalizando la semana, el Camarada Presidente, se pronunciaba de nuevo, a través de su Twitter, en lo que algunos han interpretado como una rectificación de la medida anunciada: “Hola amigos y amigas. De nuevo por aquí para informarles que los aguinaldos se comenzaron a pagar: dos meses ahora mismo y resto el 1ro Dic!”…, anuncio que revertía, totalmente, lo estipulado en el Decreto.
Este anuncio que modificaba la forma como se venía cancelando el tradicional aguinaldo, se hacía sin explicación alguna de las motivaciones del cambio, así sin ton ni son, esto es y punto, con un estilo inadecuado, impropio de la forma de actuar del Camarada Presidente, Hugo Chávez. Pero, lo que más nos motivaba a escribir estas líneas era sin duda las verdaderas motivaciones que impulsaron a tomar una medida tan impopular de un gobierno que se ha autodefinido como obrerista. En ningún medio público se asomaba algún indicio que pudiera explicar dichas motivaciones, y en esa búsqueda fue que nos topamos con un camarada y amigo quien es viceministro de una institución del Estado, a quien le preguntamos sobre las motivaciones; las cuales, dado lo impopular de la medida, deben ser de mucho peso.
Pues bien, el camarada amigo me lo explicó sin anestesia, agregándome que él comparte esa opinión; pues bien, todo se reduce al ámbito de la economía, reducir la inflación que podría producir una masa monetaria tan grande en la calle. Al momento que el camarada nos daba su interpretación, se nos vino a la mente las tesis monetaristas de Milton Friedman quien recomendaba que: “La única manera de acabar con la inflación radica en no permitir que el gasto público crezca tan rápidamente. El gobierno debe gastar menos; debe atemperar el aumento del circulante…”, ahora bien, ¿quién es ese señor que mencionamos como ideólogo de nuestro Gabinete Económico?
Milton Friedman es el padre del llamado Neoliberalismo, ese que tanto despotrica nuestro Camarada Presidente, Hugo Chávez, y nosotros también, ya que sus recetas económicas sometieron a nuestros países a condiciones de esclavitud y miseria, provocando en nuestro país la rebelión popular del 27 de febrero de 1989. En su Teoría Cuantitativa del Dinero afirma: "...el nivel general de precios depende de la cantidad total de dinero en circulación. Más específicamente se expresa mediante la llamada "ecuación cuantitativa" que afirma que la masa monetaria M, multiplicada por la velocidad de circulación del dinero, V, es igual al producto de las transacciones realizadas, T, por el precio de los bienes, P: M.V = T.P.", buscan nuestros Friedman venezolanos y bolivarianos, el dúo Giordani-Merentes, restringir la oferta monetaria para con ello, restringir el consumo y mediante esa vía impedir que la inflación se incremente estos últimos meses del año, a costa de quién?, pues, nada más y nada menos, que de los trabajadores/trabajadoras del Estado…Aclarado el misterio!!!
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