Ministro
de Energía y Presidente de PDVSA
Reciba
el saludo de un venezolano militante de la causa política y revolucionaria
en el país desde hace muchos años.
Cumpliendo
con un compromiso de conciencia concurro ante Ud
por esta vía ante la incertidumbre donde el problema a exponer
y que según funcionarios de la matriz petrolera dicen que eso se tiene
que solventar por PDVSA-Caracas y otros alegan que es por PDVSA-Zulia;
ante esa disyuntiva no me quedó otro camino que abordarle por medio
de esta Carta Abierta para de una vez por todas y a su nivel conseguirle
solución definitiva al caso de la señora María de Velásquez, viuda,
del señor Elías Velásquez Cueto, y no se sabe cuántas viudas y familiares
llevan esa cruz a cuestas en el estado Zulia y que muchas veces tienen
que trasladarse la capital de la República acentuando la precariedad
de salud de esas ancianas.
Veamos
esta historia de vida real, y según sus distitnos matices, pero es
una situación común a muchas familias:
Resulta que el señor Velásquez Cueto falleció
en el mes de julio del año 1.987. El señor Velásquez fue jubilado
de la empresa petrolera Shell, con los cambios suscitados en la
época la empresa Maraven asume la responsabilidad del compromiso
con este conglomerado de trabajadores venezolanos, la cual venía cumpliendo
normalmente.
Pues
resulta que con el fallecimiento del señor Velásquez Cueto al cabo
de dos oportunidades en fechas distintas pero del mismo mes del año
de julio de 1.987 familiares del mismo van a notificar a RR.HH de PDVSA
Lagunillas del estado Zulia el acontecimiento luctuoso y en par de ocasiones
fueron maltratados por personeros de la
época que trabajaban en la matriz petrolera,
hasta que los familiares desistieron de brindar esa información importante
y necesaria para la industria petrolera.
Desde hace años la familia de la viuda, María de Velásquez, han retomado el caso en el marco de una nueva PDVSA pero sin resultados positivos, para recuperarle los beneficios que como esposa y viuda debe disponer que ya a sus 87 años no goza de ningún de estos, ni de asistencia médica, ni tarjeta de alimentación, ni de prestaciones sociales que es extensible por su condición de viuda de un trabajador que durante más de 28 años ininterrumpido laboró para la industria petrolera y por cuya labor recibió merecidos reconocimientos.
Durante
años le informan a la señora María de Velásquez que en Caracas está
la solución y en Caracas le dicen a la viuda que es por el Zulia la
solución de su problemática, de nuevo
en el Zulia le informan que es por Caracas, en ese vaivén pasan los
días y la salud de la viuda se va deteriorando pero no desmaya en cuanto
tiene que haber justicia con esta Revolución.
Es
preocupante: son dos tiempos históricos
distintos y la respuesta es la misma.
Quien
fue ofensivo, desconsiderado y desmesurado en la respuesta institucional,
fue Luís Castillo, Gerente Corporativo de Relaciones Laborales de Caracas,
-imaginamos que no seguirá allí con esa condición humana- quien el
26 de junio de 2007 le responde por escrito
a misiva de atención a su caso como viuda de Elías Velásquez Cueto,
con palabras más, palabras menos, que procure insertarse en alguna
Misión del gobierno que son programas de asistencia y seguridad
social para todos los habitantes de la República Bolivariana de Venezuela,
antes de estampar su firma creyendo que es cortés cierra con:
“Sin otro particular a que hacer referencia, hacia la consolidación
del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, queda a sus
órdenes” después de su firma Luís Castillo y su cargo aparece en
la comunicación la consigna: Patria, Socialismo o Muerte!
Qué
ironía, verdad? Esta es la respuesta a la viuda de un trabajador, quizás
es la respuesta a las viudas de trabajadores que por decenas de años
laboraron para la industria petrolera en Venezuela y que
contribuyeron con su esfuerzo como el de muchos trabajadores de su
época y del presente, a las riquezas materiales y morales de una nación
que ocupó y ocupa un privilegiado papel en la Organización de Países
Exportadores de Petróleo y como principal industria del país.
Como
desconocer que para que un trabajador o los trabajadores tengan niveles
de rendimiento laboral está involucrado el núcleo familiar y de allí
se destaca a la mujer venezolana que esta Revolución Bolivariana quiere
exaltar para ocupar un papel protagónico en el rol socio político
que se requiere para transformar el país y elevarla al pedestal que
se merece.
Ingeniero
Ramírez, exponemos el caso de la viuda, María de Velásquez,
pero son muchos casos; confiamos en que en su consciencia y sensibilidad
está la solución, así como en el nombre de la República Bolivariana
de Venezuela, en exaltar el contenido del texto constitucional y la
palabra empeñada del Comandante Chávez de resarcir la justicia.
Para
comunicarse con la familia Velásquez Cueto en cuestión
lo puede hacer por mi intermedio.
Aprovecho
para informarle que en la Costa Oriental del Lago hay un Comité
de Viudas de Trabajadores Petroleros que abogan por las justas reivindicaciones
y que tendrán, de seguro que es así, distintas historias particulares
de vida, además no es justo, ni digno que estas ancianas señoras estén
recogiendo dinero entre conocidos y desconocidos para trasladarse a
Caracas en tan largo viaje por tierra en autobuses públicos mermando
su ya deterioradas condición de salud pero es admirable porque
ellas quieren que brille la luz de la justicia.
La
pobreza tiene cara de mujer pero la Revolución
tiene cara de mujer. Días atrás veíamos el rostro de una viuda a
través del cristal de su ataúd y nos preguntábamos si se iría de
entre nosotros triste?, se fue sin su justo reconocimiento porque siempre
pensamos en el trabajador petrolero pero y la esposa? Y la viuda? No
hay que garantizarle una vida tranquila, apacible a la sobreviviente,
si es el caso, y con la confianza de haber aportado también a la patria
y al deber cumplido.
Gracias
por la receptividad.
(*)Profesor – Periodista