Personaje 1: Más antes me hubiese disfrazado de chavista para llegar a ocupar este puesto.
Personaje 2: Igual, digo yo compañero, aunque yo no disimulo, yo soy escuálido y apoyado por mi compadre que está enchufado en el gobierno, sino no estuviera en este importante cargo.
La cámara sigue su recorrido y ahora en un plano medio presenta una especie de reunión de Consejo Comunal y alejado del grupo hablan dos personas:
Persona 1: Compañero, esto es igual que nuestros gobiernos. Formamos este grupo, nos dan unos recursos y con los trucos que aprendimos en el pasado nos quedamos con el dinero y engañamos a estos incautos.
Persona 2: Así es, compañerito, más clarito no canta un gallo.
Ahora la escena se traslada a un conglomerado que al parecer pertenecen a un partido y que discuten líneas estratégicas. La cámara en un primer plano, sorprende a dos militantes que hablan en voz baja:
Militante 1: Deja que esos ingenuos discutan esas pendejadas y crean que todo aquí va a cambiar y que van a dirigir el partido, cuando en realidad no saben que seremos los mismos que vamos a coordinar la organización.
Militante 2: Claro, compañeros, para que somos adecos de uña en el rabo que sabemos de esas viejas prácticas en nuestro partido.
La cámara deja la escena y enfoca en un plano general a dos contratistas que hablan en un lujoso bar:
Contratista 1: Compañero, esto es una papaya, yo con este gobierno con todo lo contrario que soy, he conseguido los mejores contratos.
Contratista 2: Me lo vas a decir a mí, que yo me he llenado compañero.
La Filmadora deja brusca el anterior acto y presenta a un auténtico revolucionario que grita: “Ellos no volverán… porque ellos nunca se han ido”.