En cada debate de la Asamblea
Nacional para la exposición de memoria y cuenta de la gestión del
tren ministerial, me sorprendo aún mas, del comportamiento infantil
de los diputados de la ultraderecha nacional, que tienen la oportunidad
de oro de debatir las grandes realidades de la cosa publica ante el
monitoreado parlamento, pero que pierden ese inédito recurso político,
ante millones de venezolanos y extranjeros con una conducta kindergartereana,
con perdón de los “Simoncitos”.
Así vemos como los curules de la bancada oposicionista viven en total desorden, volteados en sentido contrario a los expositores, rayados, con trazas de tempera y creyones. Cada vez que toma la palabra el infantil parlamentario, grita desaforadamente en sus intervenciones, agita un papel que muestra el número 52%, mientras contorsiona su cara en simultáneas expresiones de risa y odio ante sus interlocutores.
Otra extraña conducta televisada,
lo que pareciera no importarle, es la manía de cual Dudamel en pleno
concierto, al agitarse una orden invisible, arranca un concierto de
supuestas llamadas a sus blackberrys y una caminata insufrible como
fiera enjaulada, entre los maltrechos curules de su superexpresiva bancada.
Todo lo contrario ocurre, al tomar la palabra cualquiera de sus miembros,
escuchados y atentamente asesorados por los más viejos opositores,
que tratan de enmendar el capote de imberbes en pleno estreno.
Pero como en todo jardín infantil,
existe el peleón con cara de “yo no fui”, que cada vez que puede
arremete contra los maestros, toma fotos de sus compañeros de aula,
hala de los moños a las niñas y golpea a los de su mismo sexo. Unos
minutos mas tarde, el guapetón de barrio Marquina, se presenta sereno
y con un hablar novelesco, ante las cámaras de un canal golpista,
expresando la ausencia de libertad de expresión y la represión a que
fue sometido en el hemiciclo. Se olvida el diputadito malcriado, que
todos los padres y representantes lo vimos en directo por el canal de
la Asamblea, lo cual parecieran obviar, los curules del Simoncito opositor
Mientras mas cualitativo e
interesante sea la memoria y cuenta del interpelado, mas infantiloide
y despectivo es el comportamiento de estos seudo diputados que decepcionan
en cada sesión a sus electores, cayendo demolidos ante cifras contundentes,
mientras aprenden en su dicotomía matemática, de que dos mas dos son
cuatro y 65 es mayor que 98.
Patria, Socialista o Muerte…….Venceremos