Cada nuevo nombramiento es otra cuota de poder para el depredador aliado a Mendoza, Borges o María Corina, dardo amargo a las ganas de expresar: “soy chavista”; certero disparo, esperanza muerta, despropósito claramente enemigo cuyo efecto tangible y político es guardar silencio frente al coro incesante donde Chávez es epicentro de toda culpa.

La elección sistemática, una a una de quienes ejercerán el sabotaje, escapa a las facultades del Comandante, al delirante ritmo de la infinita tarea, disuelta o abandonada por la nueva. ¿Quién entonces postula? ¿Quién recomienda? ¿Quién selecciona y de cuál universo? ¿Quién dice fulana o fulano? ¡Es una red! No cabe duda.

Red coherente con el arrebato típico del fascismo, red con poder para extraviar o desaparecer el álgido punto de cuenta, red de la que depende un protocolo, millones de mensajes, anhelos de necesitados o el Aló Presidente (ahora “cediendo” su espacio), red de información y maraña de chismes que tergiversan y sugestionan, red tala samanes, red con manual de mafia, red elimina cuadros, red sin contradicciones mientras procura el botín, red en Miraflores, red en los poderes, red para hacer de “convenios” negocios, red en los ministerios, red en la banca “bolivariana”, red en gobernaciones y alcaldías, red sin rostro burgués o pitiyanky, red sin semblante capitalista, red en la asignación de bienes, red eficiente y complaciente de carencias efímeras, red con púlpito y altares, red con hospitales y clínicas, red en la diligencia de los asuntos cotidianos, red mata votos y de quedarse ese día empiernado, suspirando por un sancocho, red que en el remanso de la almohada le dice a la diana: "¡Nojoda!"

Red identificada en cada canallada, red que debe combatirse sin reparar en capítulos, con resolución; red criminal apátrida y mercenaria. Red contraproceso, atacante; red obligante de las siguientes preguntas:

1.- ¿Qué proceso socialista es sistemático en apartar al ciudadano honesto, destacado, autoridad en su oficio o disciplina por mezquindades intestinas?

2.- ¿Qué proceso socialista convierte a sus seguidores en asistidos y pretende hacer de la incondicionalidad y el silencio: “garantía de unidad” y “disciplina revolucionaria”?

3. ¿Qué proceso socialista practica el agravio, la imprecación, el estigma, la sorna y el cercenamiento de derechos políticos entre su militancia, para luego predicar: “suprema felicidad social” y “ética socialista”?

4.- ¿Qué proceso socialista avanza descalificando, cuando la cotidianidad sigue al margen de su estrategia política, determinada por la ofensiva enemiga; proceso misionero en su manera estoica de concebir la pobreza, políticamente suicida?

5.- ¿Qué proceso socialista reproduce en “su” sistema educativo una juventud que lo aborrece debido a un indigno magisterio, adeco y dado al mateo?

6.- ¿Qué proceso socialista tiene como prioridad lo urgente, el operativo, la jornada…, la reunión programada, interrumpida y/o suspendida; sometedor de alcabalas y esperas, de “sólo tengo unos minutos para usted”?

7.- ¿Qué proceso socialista se sujeta a la temporalidad ministerial, al “favor” con el batequebrao, a la “segunda” del amigo del amigo y a fórmulas que nunca despeja?

Camaradas, nada de lo aquí afirmado es mentira y nunca será verdad para devotos o fanáticos. Por ahora, el proceso tiene mucho de avestruz y de autista con ombligo en una modernidad abandonada por la globalización capitalista, dado a la remembranza cuando privan inmediatez y desmemoria, de blanco o negro en la nada ambivalente y light, en el nihil de la autoayuda existencialista como “sustituta” del otro; de la alteridad necesariamente humana.

Andreína: “Ay mamita, todo el mundo tiene que ver de lo tuyo con Miguel, tan…”

Julia: “¡Tan nada! Julia. La procesión va por dentro…”

Andreína: “¿Cómo en el proceso, Julia?”

Julia: “Como en el proceso, Andreína…”