5 de marzo de 1931; una pequeña reunión que marco todo un siglo

Hay acontecimientos que siendo modestos en cuanto a tamaño y dimensión, encierran en sí mismos una gran dimensión histórica, aunque sus protagonistas en ese instante no prevean su alcance.

Marx decía que la construcción de un comité de trabajadores, era más relevante que la batalla de Waterloo, que puso fin al imperio napoleónico. El comité obrero era para Marx un paso más en la toma de poder por la clase obrera un peldaño más en la lucha por el socialismo; mientras que Waterloo solo era la expresión de las guerras de rapiña entre las aristocracias inglesa y francesa.

En esta línea de pensamiento podemos comprender la grandeza histórica que representa el 5 de marzo de 1931, el 80 aniversario de la fundación del Partido Comunista de Venezuela. Salvo los eventos realizados por nosotros los comunistas juntos a nuestros amigos y simpatizantes, creo que ciertos sectores de la sociedad venezolana en sus esferas políticas e intelectuales no han valorado justamente la importancia histórica de este acontecimiento.

Hace unos años atrás en España se recordó el 30 aniversario de la vuelta a la legalidad del partido comunista de España (PCE). Desde el campo de la ciencia y la historia, pasando por el mundo político español de derecha a izquierda se celebro este acontecimiento histórico que para todos ellos marca en definitiva el fin del Franquismo y la vuelta a la democracia formal, con sus innegables aciertos y errores. En España este aniversario no paso desapercibido en el debate político.

En Venezuela el 5 de marzo de 1931, en mi modesta opinión, marca la entrada de nuestra sociedad al siglo XX, a la era moderna. En esos momentos esos valientes hombres y mujeres, casi suicidas, quizás nunca llegaron a pensar que estaban realizando uno de los primeros eventos políticos del siglo XX venezolano, en medio de la dictadura del cancerbero de las empresas petroleras imperialistas, Juan Vicente Gómez.

El gomecismo en su brutal y criminal dictadura, en su exterminio del viejo caudillismo facilito las condiciones para el establecimiento de las empresas petroleras, sofocando las revueltas de los caudillos terratenientes, pero el nacimiento de la industria petrolera y el surgimiento de la clase obrera, creara a quienes  empuñaran las armas contra el capital y traerá al país las ideas que los guiara. Pasamos de la Venezuela neo-feudal a la Venezuela capitalista dependiente.

La dictadura de Gómez aunque respaldada por la burguesía imperial no está en capacidad histórica de acometer la tarea del desarrollo nacional independiente; la renta petrolera crea una burguesía nacional comercial y parasitaria, incapaz de realizar un mínimo intento de industrialización, su intelectualidad está anclada en el siglo XIX y su mayor esfuerzo teórico será  abrazar el positivismo, como instrumento de justificación de las tropelías y miserias del régimen gomecista.

Serán estos heroicos comunistas  venezolanos del 5 de marzo de 1931; que en la Caracas de los techos rojos, serena y aun agraria, temerosa de los chácharos y la sagrada (policía de Gómez), la del inciso VI, de curas y Rotunda; quienes realizan la primera acción política del siglo XX venezolano, serán esos hombres y mujeres quienes por vez primera guiados por una teoría científica, con organización partidaria moderna con un programa político estructurado, hablaran de democracia, derechos de la mujer, de reivindicaciones de obreros y campesinos, de salud y educación; llegando mucho mas allá de la verborrea rebuscada e hipócrita de los viejos caudillos como Arévalo Cedeño o el Mocho Hernández; el primero expulsado por corrupto del histórico Partido Revolucionario Venezolano por Gustavo Machado,  al utilizar recursos y un barco de la organización para contrabandear licor, al segundo Juan Vicente Gómez le compro la conciencia con un cargo  en el consejo federal del gobierno.

Podemos hacer una salvedad con el eventos de 1928, pero las acciones estudiantiles que se conocerán en la historia como la generación del 28, salvo la valentía de sus actores y de perturbar la paz de la dictadura y sus justos reclamos de libertad, carecía de organización, de ideología concreta y programa definido, después incluso muchos de sus protagonistas coquetearan en algunas acciones con los viejos caudillos.

Si la batalla de La Victoria de 1902 marco el fin de la revolución Libertadora del Banquero Matos, el fin del siglo XIX venezolano con sus caudillos incluidos. El 5 de marzo de 1931 ese pequeño grupo de venezolanos que crearon la primera célula del Partido Comunista de Venezuela, fueron los protagonistas del primer capítulo del siglo XX venezolano, crearon el primer partido político moderno, dieron el primer verdadero paso hacia construcción del socialismo científico, y dieron la primera batalla de la clase obrera venezolana por la conquista del poder.

(*) Prof:

vladimirabreu@hotmail.com



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Wladimir Abreu (*)

Historiador. Profesor universitario

 vladimirabreu@hotmail.com

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