La actuación del Consejo de Seguridad de ONU autorizando la invasión militar de Libia por aire y por mar (Resoluciòn 1973) deja importantes lecciones para nuestro país. Diez de los 192 países de ONU (Francia, Inglaterra, EEUU, Canadá, Suráfrica, Líbano, Bosnia/Herzegovina, Colombia, Portugal y Nigeria) se pusieron de acuerdo para invadir Libia con el objetivo de dividir el país y repartirse su petróleo liviano, aduciendo que Khadafy es un dictador monstruoso que está masacrando la población civil, actividad que llevó a cabo con singular eficacia EEUU y sus aliados, incluyendo Francia, Inglaterra y Canadá, en Iraq, durante 10 años, causando un millón de muertos, sin la autorización del Consejo de Seguridad, sin que nadie chistara, dentro de la impunidad más absoluta y sin estar amenazados sus gobiernos.
Khadafy está cumpliendo con sus obligaciones de gobernante frente a quienes quieren tumbarlo, opositores que desde el comienzo han contado con ametralladoras, tanques, aviones, bombas y misiles. ¿Qué país del mundo no ha atacado a insurgentes armados que quieren derrocar el gobierno? Es muy probable que haya habido excesos, pero ¿no son éstos los llamados daños colaterales? Cuando está en juego la seguridad del país se justifican las acciones de guerra.
En nuestra vecina Colombia, herrmano país que votó a favor de la Resolución 1973, los gobiernos llevan 50 años masacrando la población civil con el apoyo de EEUU y el Consejo de Seguridad no ha intervenido. Israel, con el apoyo de EEUU, lleva 40 años masacrando al pueblo de Palestina y Gaza, robándole sus tierras y nada pasa. China masacró a la población civil en Tianamen y el mundo se quedó quieto. EEUU masacró la población civil en Waco, Texas, y nadie dijo nada. Rusia mató miles de opositores georgianos. Carlos Andrés Pérez mató a muchos de los que participaron en el golpe de Chávez y nada pasó. ¿Por qué ahora es diferente?
Porque Libia tiene inmensas reservas de petróleo liviano, muy apreciado por las naciones poderosas que apoyaron la Resolución 1973. Porque Khadafy ha sido un gobernante nacionalista, defensor del derecho de Libia sobre sus recursos naturales. Porque Libia no tiene la capacidad militar que hace falta para enfrentar a estas grandes potencias. Porque, como lo ha demostrado la historia, los países del mundo no intervienen ni ante las peores matanzas (Irak, Afganistán, Gaza, Rwanda, Kosovo). Porque, aun países poderosos como China y Rusia, que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad, prefieren abstenerse a meterse en problemas donde no están en juego sus intereses. Porque los países pequeños del mundo, sea cual sea su posición, no cuentan, por estar desunidos y carecer de capacidad militar. Porque Libia tiene cerca de 200 mil millones de dólares en bancos europeos y norteamericanos, presa fácil de la voracidad imperial.
Lo que está pasando en Libia puede pasar fácilmente en Venezuela. (Parte de esta película la vimos en 2002-2003). Todas las condiciones están dadas. Tenemos las reservas de petróleo más grandes del mundo y amplias reservas de gas, somos un país pequeño, sin ninguna capacidad militar para enfrentar a estas potencias (ya estamos rodeados por bases militares de EEUU) con grandes reservas internacionales colocadas en bancos europeos y de EEUU, que está construyendo un sistema político nacionalista, opuesto al capitalismo internacional, proceso que está triunfando y que resulta un mal ejemplo, que está haciendo grandes negocios con China y Rusia, naciones no bien vistas por los países occidentales. Bastaría con armar a la oposición venezolana, apoyados en la mediática internacional difundir por todo el mundo que Chávez es un dictador monstruoso que está masacrando a la población civil e invadirnos apoyados en la Resolución 1974 del Consejo de Seguridad de ONU. Todo puede quedar listo en unas 48 horas, incluyendo las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado.
Lo curioso es que sigamos formando parte de organizaciones como ONU, con una Asamblea General sin poder alguno (véanse las 19 Resoluciones contra el bloqueo de Cuba), con un Consejo de Seguridad todopoderoso, del cual ni formamos ni formaremos parte, dominado por nuestros invasores potenciales, los mismos que quieren apoderarse de nuestro petróleo, los mismos que dominan la mediática y la economía internacional. ¿Qué hace Venezuela en la ONU? Si los países imperiales deciden invadirnos para apoderarse de nuestro petróleo, que lo hagan, pero el colmo es que sigamos siendo miembros de una organización dominada por nuestros verdugos.
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