Seguimos con las reflexiones sobre el PSUV… El 1% del PSUV se disputa cuotas de poder y está inmerso en disputas internas. El resto del PSUV, el 99% restante, somos ajenos a estas pugnas por cargos. El 99% de la militancia del PSUV pagamos las consecuencias de las contradicciones políticas e ideológicas de ese 1%. Somos “espectadores” de esas luchas intestinas… Ese 1% del PSUV está conformado por dirigentes nacionales y regionales, gobernadores y alcaldes, y sus respectivos entornos. El resto de la militancia, el 99%, estamos fastidiados, y más que fastidiados, absolutamente indignados, de escuchar discursos aleccionadores donde se nos pide dejar de lado las “zancadillas, intrigas, mezquindades y trampas”, como si nosotros fuésemos partícipes de esas peleas. ¡El 99% de la militancia no tenemos nada que ver con eso! ¡Absolutamente NADA que ver con eso! ¡No nos endosen esa responsabilidad! ¡No nos interesan esas disputas, nos aburren! ¡Muchos somos ciegos, sordos y mudos ante ellas! ¡Incluso desconocemos los “actores” que, por lo demás, son difíciles de identificar porque, ora “cambian de bando”, ora “se reagrupan”! El 99% de la militancia busca trabajar por la revolución y el socialismo A PESAR de esa dirigencia. Ese es nuestro gran reto: ¿cómo trabajar A PESAR de sufrir las consecuencias de las confrontaciones intestinas? Ese 1% del PSUV pervierte, mediante el “clientelismo”, a una parte del restante 99%; sin embargo, esa militancia puede ser “recuperada”, si ese “liderazgo” cambia. A los “promotores comunitarios”, por ejemplo, se les convierte en “promotores electorales personales”, y convencen a esa militancia, que esa condición espúrea es correcta y natural. Es decir, se “aliena” a la propia militancia. Ese tipo de acciones cansa y desmoraliza. Una parte de la militancia deja, entonces, de participar. ¿Cómo trascender, en beneficio de la Revolución Bolivariana, esas “luchas de poder”? El Presidente Chávez hace de tripas corazón y una parte minoritaria de nuestra dirigencia también. Escribe el extraordinario texto de las “Líneas Estratégicas de Acción Política”, hace referencia crítica al “caudillismo” en los Estados. Nada cambia. Se señala en el documento mencionado: “Esta cultura capitalista se expresa en el hecho de considerar que pertenecer a un partido equivale a INVERTIR en él… y que esa INVERSIÓN debe ser RECOMPENSADA o REMUNERADA con puestos, cargos, prebendas o influencias en el Estado, en el terreno de los negocios o en el mismo partido”. Ese 1% tiene la “sartén por el mango”. También en las Instituciones Públicas. ¡Se pagan y se dan el vuelto! Muchos son auténticos mercenarios. En política no basta tener la razón, es necesario tener la fuerza. Ese 1% tiene la fuerza interna, el 99% tiene sólo la razón. ¿Hasta cuando el 99% de la militancia del PSUV va a estar dependiendo de las actuaciones de ese 1%? Las bases debemos plantearnos el tema del PODER POLÍTICO. El primer paso es la organización, desde abajo… Lo que está en juego es la Revolución Bolivariana y tenemos una responsabilidad histórica que es ineludible. El enemigo es el imperialismo, lo otro es un obstáculo peligroso que es necesario apartar. Ese 1% debe reflexionar y verse a sí mismo, si es que aún es capaz de ello…
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Clase Media Revolucionaria