A titulo preliminar definamos los términos que involucran el titulo en cuestión, por una parte el Capitalismo como sistema económico y político y en segundo termino la calificación de Progresista que indudablemente hay que colocarle en distancia con el manejo del termino Progreso. La definición de Capitalismo viene dada por la acertada acotación que hace Carlos Marx, referente al contenido etimológico en su propia acepción, deriva del capital como símbolo del instrumento de dominación por excelencia, cuando hablamos del ejercicio del capital es implícito de una vez el grado de explotación que subyace solo en su origen y consecuencias, de tal modo que, el capital es el eje de movilidad del sistema capitalista como tal, con todas las consecuencias que conocemos.
Por otra parte, en principio es importante destacar que el uso de Progresista es acuñado históricamente por quienes adversan al capitalismo depredador y conservador de las tradiciones mas recurrentes del capitalismo, es decir por la izquierda, partidos comunistas y sectores nacionalistas, fundamentalmente para distinguirse del conservadurismo, del fascismo y marcar distancias con las oligarquías donde sean que se encuentren y actúen.
Queremos entonces desprender de ello que, conceptual y políticamente hablando no podemos usar el calificativo de capitalismo progresista, porque no le es inherente. Ahora bien, distinto es y de manera radical la existencia de empresarios progresistas, no obstante siendo su motivación original el capital y su reproducción, adoptan posiciones que podemos llamar progresistas, con menor o mayor grado de compromiso social y político, de tal manera, que el uso y costumbre se convierte en una verdadera definición para descartar que el capitalismo no puede ser progresista, entre otras razones además de la explotación que genera, porque privilegia en el ser humano sentimientos ajenos a la solidaridad como la envidia, el egoísmo y el envilecimiento, de tal manera que no hay discusión posible al respecto.
(*) Economista
