Esto no es
nuevo en Venezuela. Gracias a la infiltración, a la delación, a la
traición, a las confesiones obtenidas con la tortura o el asesinato
político por la verticalidad ética de revolucionarios y revolucionarias
son obscuras nubes en el camino luminoso de la Revolución en Venezuela.
Basta recordar a Santander en Colombia y a Páez en Venezuela y sus
respectivas conductas contra el proyecto de Simón Bolívar y hoy en
días sus herederas y herederos solapados y abiertos cumplen el mismo
papel.
Con el propósito
de boicotear el curso del proceso socialista bolivariano en Venezuela
el cártel imperialista juega duro y el aprendizaje contrainsurgente
lo aplican y por supuesto han estudiado a las fuerzas y movimientos
que insurgen en sus concepciones y postulados políticos, en sus distintas
formas de lucha y organización en los distintos países, además estudian
con fina precisión a los clásicos del Arte de la Guerra como Sun Tzu,
Karl Von Clausewitz, Marx, Simón Bolívar, Lenín, Mao Tse Tung, Vo
Nguyen Giap, Ho Chi Min, entre otros.
Esto sin contar
que hoy en día poseen y financian grandes innovaciones en el campo
tecnológico industrial –hasta satelital- para doblegar países, neutralizar
a los motores de las revoluciones que son las y los revolucionarios.
La infiltración
es aprovechar las fisuras para acabar desde adentro a los espacios revolucionarios,
el cártel imperial estudia la propia razón que les da vida al movimiento
revolucionario y popular y todo a través de agentes dobles o de agentes
infiltrados, desclasados, resentidos, frustrados, irrealizados o de
los que aparentan tener más consciencia pero que utilizan su ascenso
o su ubicación dentro de la estructura para satisfacer intereses grupales
o personales.
Dícese de
Infiltración: Introducción secreta de una persona en algún lugar
o en alguna organización lo que se hace para averiguar lo que se mantiene
oculto. Con el propósito de extraer o sembrar información. (Dicc.
Clave)
Para que la
infiltración prospere tiene que conseguir un terreno fértil, contar
con las condiciones propicias y adecuadas a todos los niveles, la infiltración
precisa y estimula las vulnerabilidades ideológicas de las y los cuadros,
de las organizaciones y de los partidos, ganas adeptos y adeptas, aprovechan
las confusiones, tarifa consciencias, exalta egos, alimenta y nutre
miserias humanas, propicia el chisme, la descalificación, la competencia
desleal, envilece sentimientos, privilegia el Yo individual por encima
del Yo-Colectivo, extreman hasta el delirium la lucha fraticida.
Quienes alientan
la infiltración ganan cuadros, las y los confunden, propalan la desesperanza
donde antes habían signo de unión y como contraprestación promueven
fama elaborada en los laboratorios de guerra psicológica para quienes
“colaboren” y así ensalzarle a quienes se dejen seducir un camino
garantizado hacia la fama, el dinero y la gloria, que son narcóticos
del ego, del personalismo, del yoísmo.
Con sus particularidades
veamos las recientes experiencias en el intento o consumación de golpes
de Estados, en Ecuador, Bolivia, Honduras, Venezuela entre otros, la
ecuación contrarrevolucionaria la instrumentaron desde adentro con
articulaciones hacia fuera o viceversa. Todos son países del ALBA,
casualidad?
Con una visión
retrospectiva: El movimiento bolivariano liderado por el Comandante
Chávez fue delatado lo que precipitó que la insurrección cívico-militar
fuera el 4 de febrero de 1992. Un miembro de movimiento bolivariano
a la postre posterior gobernador era el encargado de ejecutar el asesinato
del Comandante Chávez para frustrar el avance del movimiento insurgente
antes de que se desencadenara las acciones del Movimiento Revolucionario
200 pero al fracasar sus intentos optó por “plegarse” hasta conseguir
el momento propicio pero que a la larga por sus posiciones contrarrevolucionarias
fue desplazado y centrifugado por la fuerza de la historia y del pueblo.
Sin caer en
la paranoia debemos ser cautos. Aplicar e instrumentar la Inteligencia
y la Contrainteligencia Social con la filigrana del caso pero no envilecerla,
no replicar lo que sucede en países de “democracias militarizadas”
donde el terrorismo de Estado con su mascarada democrática llega al
extremo de lanzar el pueblo contra el pueblo porque hasta para quitarse
de encima un enemigo personal, basta acusarlo de ser de la guerrilla
o colaborador para que el terrorismo de Estado acometa los asesinatos
hasta en masa.
Acá debemos
precisar el por qué una persona es escuálida, o está confundida
o es un agente del cártel imperialista, no actuar a la loca o tan sólo
por saña antipersonal o antipatía. Esa conducta irreflexiva también
es contrarrevolucionaria.
Lo que estamos
viendo en los países árabes es un buen retrato que la infiltración
fue hasta en las propias estructuras de dirección política y hasta
en la esfera militar!! Cualquier parecido con el golpe de Carmona gestado
por AD, COPEI, Primero Justicia y Fedecámaras no es simple coincidencia.
Desde la década
de los noventas la realidad mundial da cuenta que son lecciones aprendidas
por el cártel imperialista es que se infiltró para escalar posiciones,
se trabajó para en el tiempo captar a las y a los que ya estaban arriba
pero sin blindaje político ideológico e ir erosionando de a poco la
base social de apoyo gubernamental generando el malestar y el sinsabor
en la cotidianidad de la vida.
Sobre las causas
inducidas del desplome del campo socialista hay mucha tela que cortar
y no se ha dicho todo.
Aprendamos
de Cuba revolucionaria, son cincuenta años resistiendo, galvanizados,
venciendo a los enemigos externos y a los enemigos internos. Entonces,
¿Qué estaban haciendo los Cinco Héroes Cubanos? El cártel del Imperio
lo hará también, verdad?
Aprovechemos
los espacios para crecer y crecer, el pueblo requiere y exige la democratización
de los espacios institucionales y darle cauce al debate Político –
Ideológico y se tiene que empezar analizando el artículo SOBRE EL
LIBERALISMO de Mao Tse Tung y EL ARTE DE PELEAR de José Martí de manera
de inocularnos con compromiso revolucionario a tiempo de minimizar los
traumas sociales para no comprometer la salud orgánica, política e
ideológica de la Revolución.