Lo que el público te reprocha, cultívalo: eso eres tú.
Jean Cocteau
Apenas el presidente Hugo Chávez ratificó las medidas anunciadas de aumento salarial en la gran marcha obrera del 1° de mayo pasado, se desató la jauría de delincuencia organizada de los sectores más retrógrados de la sociedad venezolana, como es la casta comerciante parasitaria y seudo-empresarial representada por Fedecámaras (que ese día del trabajo tuvo el tupé de marchar al lado de los obreros manipulados por la vieja dirigencia sindical adeco-copeyana que robó las prestaciones de la clase trabajadora venezolana en el infeliz desgobierno de Caldera), para de inmediato, el mismo lunes 02 de mayo, en complicidad también con las mafias del transporte público decretar de facto el aumento, casi en un cincuenta por ciento, del pasaje público urbano; y otros rublos de primera necesidad que todavía está por verse, ya que las santa-marías de algunos comercios amanecieron cerradas, seguramente para remarcar despreciablemente nuevos precios.
Lo curioso es que la totalidad de las rutas de transporte público, sin excepción y sin ningún cartel, ordenanza u autorización al respecto que la valide, amanecieron estrenando nueva tarifa del pasaje urbano y extra urbano pintada ostentosamente en los cristales de autobuses y busetas, como si todos se hubiesen puestos de acuerdo para estafar a la comunidad, con el argumento baladí de que todo subió; asunto que no es nuevo, ya que ante el incremento frecuente de asaltos a unidades de transporte público, se suma este otro, por parte de conductores, sin necesidad de pistola o navaja, sin que haya habido ninguna mediación o anuncio al respecto, o la habilitación de autoridades competentes para hacer efectivo este aumento, previa discusión con usuarios y sectores afectados.
El malestar general es inmediato, cunde una gran desazón general en la ciudadanía, porque el logro de aumento salarial deviene inmediatamente en desventaja por la cantidad creciente de zorras y gatos, queriendo robar la moneda de oro para la merienda escolar dada por Geppetto a Pinocho. La historieta vuelve a repetirse, práctica -casi trimestral- de estas sanguijuelas del transporte público junto a algunos alcaldes y concejales, que a veces se pasan por el forro su militancia o ideología política, recibiendo maletines repletos de billetes por estos capos del transporte, para aprobar aumentos súbitos de pasaje, que no pagan precisamente ellos sino el pobre pueblo esquilmado por estos miserables usureros, quienes en su mayoría no conducen sus propios vehículos, que generalmente son adquiridos con subsidios del estado, invocando el carácter social de su actividad y chantajeando un gobierno que en todo este tiempo no ha aumentado significativamente el precio del combustible, manteniendo una regulación y entrega de divisas para importación de repuestos y partes automotores –como eternamente ha sido excusa-; y por último explotando sin misericordia a los choferes de avance, a quienes esclavizan y pagan míseros sueldos, negándoles sus beneficios contra-actuales y haciéndolos cómplices para desangrar las pequeñas economías del proletariado
Sin referirnos a los manitos blancas de Otpor -como los tres monos sabios del lejano oriente- quienes sólo se movilizan bajo el slogan de ARS Publicidad “Déjenos Pensar por Usted” dando la espalda al pueblo trabajador, por quien dicen inmolarse en su ambigua huelga de come-cachitos y costura quirúrgica de comisura de labios, estos complotados sectores de la derecha reaccionaria aprovechan, además, la desmovilización del fermento rebelde del sector estudiantil, que en anteriores épocas del puntofijismo, ofrendó varios mártires, producto de la represión policial, cuando se manifestaba al lado de los usuarios afectados por el alza del pasaje, hecho neutralizado hoy en día por el ticket estudiantil, elemento que les sirve para chantajear doblemente al pueblo y al gobierno que los subsidia; e incluso, perjudicando por mampuesto, a esos sectores manipulados y disociados de oposición escuálida, identificados en salir de Chávez.
No podemos dejar pasar desapercibida esta acción. Es necesario que autoridades o representantes de instituciones públicas, detentando cargos de elección popular, y todo ese funcionariado que dice defender este proceso Revolucionario Bolivariano del socialismo del siglo XXI, no dejen solo al pueblo en medio de esta delincuencia organizada, porque como dice un antiguo refrán hindú, “El que va en carro nunca es amigo del que va a pie”, y que se pronuncien públicamente, en su deber de defender los derechos de usuarios y consumidores ante esta especulación galopante que amenaza desaparecer el incremento salarial logrado.
Su repercusión política es evidente y concertada para alimentar el descontento de las clases populares defensoras del proceso Bolivariano en el golpe de estado de 2002. No hay que ser miope para saber que es la misma guerra de cuarta generación alimentada a diario por la canalla mediática con sus testaferros y lacayos del poder imperial para pescar en río revuelto en las próximas elecciones del 2012.
Recuérdese que el boicot de camioneros en Chile, previo al golpe de estado de Pinochet, antes del asesinato del presidente Allende en 1973, contó con la complicidad de este gremio y el descarado financiamiento de la CIA norteamericana. El caracazo de 1989, también tuvo como su punto de ignición el aumento del pasaje. Es hora de que vayamos pensando en verdaderas leyes que impulsen la socialización del transporte colectivo en Venezuela, antes que incentivar su uso individual, para que podamos entendernos en el mismo idioma, hasta que el destino nos alcance en el descubrimiento de combustibles no contaminantes. Al menos Marcos Evangelista Pérez Jiménez pensó en desarrollar un gran proyecto ferroviario que recorriera todo el país, las transnacionales de la industria automotriz gringa lo impidieron junto al departamento de estado norteamericano.
No es cuento… nuestra independencia continúa.
fredy.araque@gmail.com
