¿Que pasaría en Margarita
si no le paramos al paro y nos vamos todos a trabajar y a seguir con
nuestro cotidiano deber? Nada!!!!, no pasaría absolutamente nada, los
muertos seguirán dejando de existir y otros nacerán para ocupar su
lugar en un futuro tan lejano como la providencia quiera; y la vida
continuara…y la muerte también.
La convocatoria a un
paro general de actividades en la Isla de Margarita para el próximo
viernes 10 de junio ha creado todo tipo de polémicas en el colectivo
neoespartano y los que vivimos nuestro día a día en la aun preciosa
isla de las perlas hemos escuchado todo tipo de opiniones y todo tipo
de improperios contra los organizadores del mismo y sus seguidores.
El Gobernador dice
que ese paro no soluciona el problema de la inseguridad y sus seguidores
conformes con tan vacía respuesta salen a descalificar a los organizadores
y esgrimen argumentos tales como que el paro debería ser nacional para
reclamarle a Chávez la inseguridad en todo el país.
Esas opiniones cercenadas
por razones políticas y absurdas en su contenido solo indican lo increíblemente
descompuesto que está el raciocinio del ser humano en general;
se ha perdido la capacidad de defender algo que todo animal tiene grabado
en su subconsciente: la territorialidad; sentido este que fue descrito
por Charles Darwin en su famosa teoría, como uno de los mas importantes
para la supervivencia y el hombre que es el único que razona dentro
de la especie, debería tenerlo mas afianzado.
Es decir el hombre
por naturaleza debería tener un celo enorme por su territorio y por
las cosas que suceden en el, impidiendo invasiones (del orden que sea
y la delincuencia y corrupción son de las peores), mal uso, y todas
las cosas opuestas a las costumbres heredadas durante años y años
de ocupar determinado espacio.
En el caso que nos
ocupa vemos con angustia a Margariteños que, cegados por el concepto
político en el que viven, nos tratan de indicar a quienes queremos
rescatar nuestra paz y nuestra convivencia, que miremos a Caracas, que
allá si hay verdaderos problemas, como si ellos no fueran margariteños;
¿que en caracas la vaina es peor? No lo dudo; en el norte de Méjico
seguro que es peor aun; y entonces ¿que hacemos? ¿Nos quedamos de
brazos cruzados viendo como las cosas nos pasan a nosotros y seguimos
nuestra vida diaria como si nada?.
En la mayoría de los
animales la muerte es algo que no es analizado, independientemente de
la forma en que esta ocurra, pero es que estos al igual que los vegetales
y los minerales no razonan!!! Entonces si en una manada un animal es
asesinado por el fusil del cazador, los demás solo por el estruendo
del balazo se mueven momentáneamente para luego seguir su rutina o
si un predador los asecha, cada uno trata de salvarse y al final, la
rutina continúa; o si un perrito atraviesa la calle y es atropellado
ahí quedará, los demás no se inmutaran por eso, pero es que estos
no razonan.
¿Debemos nosotros
comportarnos igual que estos? ¿Y al llegar a casa nos contamos a ver
si estamos completos para el día siguiente seguir nuestras rutinas?
¿Es eso lo que nos piden los seguidores del gobernador?; ¿Son ellos
realmente así o es que solo reaccionarían si la tragedia les toca
en lo personal?, ¿Es que acaso un margariteño o un huésped nuestro
asesinado no es para todos algo personal?
Solo de un lado de
la comunidad el asunto se ha politizado, como si por seguir al gobernador
estuvieran salvando sus hogares, ¿Qué hay que mirar a Caracas? no
lo pongo en duda; pero ¿Qué tal si empezamos por mirarnos a nosotros
mismos?; ¿Qué tal si dejamos a un lado posiciones mezquinas y políticas
y solo pensamos que esto nos puede pasar a cualquiera de nosotros en
cualquier momento?
El Paro no pretende
ser solución, pero si pretende ser una llamada de atención a nuestras
autoridades sin presiones políticas solo una llamada de atención para
que le den prioridad al tema y organicen mesas de trabajo y reestructuren
a la policía y salgan propuestas al poder judicial y propuestas al
ministerio de Educación y propuestas a los concejos comunales y propuestas
a las alcaldías, en fin, el paro no es un día de fiesta es un día
de amargura en familia y la familia margariteña siempre ha estado unida.
Si no le paramos al paro, no pasará nada; la vida continuará como va y la muerte también…
oscarajimenezr@gmail.com