Comandante… ¿estás ahí?

¡Saludos Comandante! El Dios del amor y de la verdad está con usted y con su espíritu, curándole silenciosamente las heridas para traerlo de vuelta a la patria que lo ama y lo necesita. Como lo dijiste miles de veces: “amor con amor se paga” y eso es lo que te está expresando este noble pueblo venezolano, al momento de enterarse que algunas células de tu cuerpo se revierten como queriendo minar tu alma para lanzarla a los abismos, donde solo alumbra la oscuridad. Pero la fe que nos has inculcado durante estos doce años, aunada a la nuestra que es inquebrantable también, nos ha permitido blindarnos en conciencia y acción revolucionaria y hoy hemos abierto los ojos de la mente para pedirle al Dios eterno y todopoderoso, que te dé la salud y la fuerza necesaria de la vida para que tu voz y tus pensamientos sean los faros que alumbren los caminos de la revolución.

Vive comandante, tus sueños serán nuestros sueños. Sigamos creciendo juntos intelectual y espiritualmente para brindarles a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos y de todas las generaciones por venir, la patria grande y bonita, como la que sueñas tú, como la que soñamos todos nosotros, hijos de esta patria, hombres y mujeres de nuestra América mestiza. Contigo reconocemos la verdad de los significados y entendemos que la salud, la eficacia mental y la felicidad surgen precisamente cuando se unifican los sistemas físicos, mentales y espirituales. Tu voz y tu canto rebelde nos han motivado para la lucha y para la vida; para mirar el horizonte que se proyecta como realidad y verdad en el pestañar de la mirada firme y segura. Lo necesitamos a usted comandante, lo necesitamos a usted en el fervor de la batalla para triunfar sobre las sombras que nos amenazan.

Aunque parezcan, estos no son tiempos de adversidad y de prueba, sino de lucha y de lealtad, de energía fecunda que se nutre de la marea de la verdad. Apenas nos enteramos, apenas hablaste la noche del pasado jueves 30 de junio, comprendimos muchos significados que ahora nos llenan de fuerza y nos compromete a dar lo mejor que hay dentro de nosotros para realizar hasta lo imposible para llegar a las aguas cristalinas de la verdadera libertad y el amanecer de un nuevo orden social, bañado en las aguas del socialismo. Esta revolución que has ido empujando, que hemos ido empujando no está desprovista de significados, al contrario, sabemos de donde venimos, hacia dónde vamos y hacia donde queremos ir.

Desde ese día que hablaste a tu pueblo con la sinceridad del alma, poco a poco fuimos asimilando tus palabras, que para nada fueron el ocaso, sino un cantar de madrugada, donde vimos el alba con todos sus fragmentos. El sol de las ideas nos alumbró y a las pocas horas éramos ya millones de personas que oraban por tu salud, por tu bienestar y tranquilidad. Así, en los albores de la fe conversamos con nuestro Dios y con todas las fuerzas del bien para que te restaure la salud plena. Se trata de una oración ética, una oración de fe sincera, que sale como una fuerza poderosa para la expresión del alma.

Con tu ejemplo, con tu lucha de todos los días nos has enseñado que la revolución no es una aventura política, sino un modo de vida para alcanzar la sociedad justa, el Estado de Justicia y la sociedad solidaria. Queremos llegar al socialismo con usted al frente, por eso le decimos: Viva comandante y gobierne hasta el 2021, tal como lo ha prometido. Comandante… ¿estas ahí? Pa`lante comandante. Hasta la victoria siempre.


eduardojm51@gmail.com


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Eduardo Marapacuto*


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