Una vez establecidas
las primera poblaciones invasoras, la rebelión originaria se transformó
en una serie de escaramuzas planificadas con sigilo, así nos llega
la rebelión del negro Miguel en las minas de Buria (actual Nirgua en
el Estado Yaracuy) reseñada como la primera rebelión contra la esclavitud
negra en la historia de Venezuela y de quien se piensa fue, quizás
algún rey o príncipe africano traído de esclavo a estas tierras y
quien, una vez logrado el éxito de su sublevación se coronó Rey,
a su mujer Giomar como reina y nombró príncipe heredero a su hijo
pequeño; esta rebelión primera tiene su origen en el instinto supremo
del hombre a ser libre y fue sofocada por el ejercito español matando
a Miguel en combate.
Luego viene una rebelión
mas organizada y con fundamentos políticos firmemente establecidos;
José Leonardo Chirinos, un negro letrado proveniente de Haiti quien
vino como esclavo a una hacienda en Coro y se convierte en el guía
de la nueva insurrección; esta se fundamentó en el rumor de que el
Rey de España había ordenado hace tiempo la liberación de los esclavos
pero las autoridades de la colonia lo tenían oculto, planteaba además
la instauración de un Republica como la francesa. Una vez tomada la
hacienda donde habita comienza la rebelión, mas al atacar a la ciudad
de Coro su desordenada escuadra es demolida por la defensa española;
José Leonardo Chirinos se interna en las montañas pero tiempo después
es delatado, enjuiciado, ahorcado y su cuerpo desmembrado para ser colocado
en los cuatro puntos cardinales en señal de advertencia: Primera de
estas actuaciones españoles en la historia de la revolución libertadora.
Este intento sirvió
para que los españoles rectificaran en algunos puntos sobre impuesto
y trato a los esclavos; sin embargo el germen de la insurrección estaba
sembrado, tiempo después y esta vez en la ciudad de Caracas un movimiento
insurreccional mejor planificado y con mayor estructura política sucede;
la conspiración de Gual y España.
Manuel Gual, capitán
de infantería y José Maria España, teniente de Justicia, vienen sufriendo
las molestias causadas por la injusta relación entre las clases y declaran
su simpatía a la rebelión de Chirinos en Coro ocurrida muchos años
atrás, a esto se le suma la llegada a La Guaira de presos españoles
a quienes por conspirar contre el Rey para hacer una revolución como
la francesa, la pena de muerte les había sido conmutada por cadena
perpetua en una cárcel de América. Estos presos no tardaron en contactar
a Gual y España, a quienes instruyeron en la organización de la sedición;
descubierta esta cuando estaba a punto de concretarse, fueron pasados
por las armas la mayoría de los comprometidos; Gual y España escapan
a Trinidad y luego recorrieron algunas islas del caribe. No mucho tiempo
después José Maria España regresa a Venezuela es capturado, enjuiciado,
ahorcado en la plaza mayor de Caracas y su cuerpo desmembrado y colocado
en los cuatro puntos cardinales. Manuel Gual muere envenenado en Trinidad.
Casi diez años después
viene la invasión de Miranda, quien desembarca en Coro, donde no recibe
la mas mínima aceptación popular, la población abandonó la ciudad
y se internó en las sierras; debido a esto regresa sin haber disparado
un solo tiro, dejando solo como gesto emancipador la bandera tricolor
ondeando y los edictos libertarios pegados en las paredes.
Entre estos avatares
la lucha oculta continuó, el Joven Bolívar en el Monte Sacro (Roma)
hacía un juramento que marcaría su vida y su destino; luego vendría
el 19 de Abril de 1810, donde con la excusa de la invasión de Francia
a España, la alta sociedad caraqueña decidiría mantenerse fiel a
su Rey por lo que rompe toda relación con la España dominada, hasta
tanto no se reponga en el mando su “adorado Rey Fernando VII”.
Un año después ese
tímido intento de separación se concretaría en una insólita Declaración
Firme de Independencia; a este movimiento se suman siete de las diez
provincias que conforman la Capitanía General de Venezuela, quedándose
por fuera Maracaibo, Coro y Guayana, las cuales se incorporarían mas
tarde, siendo la ultima de de Guayana.
La guerra fue inevitable,
éxitos y fracaso marcarían la larga jornada, hasta que la balanza
se inclinó por la expulsión definitiva de los españoles y sus aliados
del territorio americano.
Doscientos años después
la independencia sigue siendo un anhelo, proyectos inservibles, traiciones
y mas traiciones sobrevivieron a la retirada del imperio español. El
proyecto de unión continental propuesto por Bolívar fue desechado
Después de la liberación
de América; el lazo de unión que representó la monarquía española
durante la colonia, debía ser sustituido por un gran gobierno continental,
que conservara la unión del hemisferio heredada de España e hiciera
posible que la independencia significara para América no un retroceso
sino un progreso efectivo con respecto a su pasado colonial.
Bolívar intuyó
tempranamente que pueblos atrasados y sin los conocimientos necesarios
para la administración inteligente de sus recursos, solo tenían un
camino para sobrevivir con independencia: la agrupación, en vastos
territorios, de grandes masas de población.
Hoy doscientos años
después nace UNASUR (Unión de Naciones del Sur), hoy doscientos años
después nace la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)
hoy doscientos años después podemos decir que el espíritu Bolivariano
sigue vivo y el proyecto continua, Bolívar claramente separó su proyecto
en dos etapas: la Independencia y la Unión e indicó que solo la concreción
de estas dos daría a la América del Sur la grandeza y a los hombres
y mujeres que la habitasen, la libertad plena.
La primera etapa fue
cumplida bajo la dirección del genio militar de Bolívar y gracias
a la audacia y valentía de los héroes que se inmortalizaron en tan
grande epopeya.
La segunda nos corresponde
a nosotros, los herederos de su doctrina política y sus ideales; por
eso, a doscientos años de la gesta que se inicio en 1811, estamos avanzando
de la mano de los gobiernos progresistas que, desempolvando la espada
del ideal Bolivariano y su pensamiento, han ido recobrando el poder
político en la América de Bolívar y San Martín; nuestra América.
Como regalo a esta
magna fecha, trabajemos en consolidar la unión para que, rindiendo
Honor al negro Miguel, a José Leonardo Chirinos, a Miranda, a Manuel
Gual, a Pedro Maria España a los héroes todos que combatieron para
sellar la independencia y a quienes luego la defendieron como Zamora
al grito de ¡Tierra y hombres libres!, un día no lejano podamos escribir
nuestro máximo homenaje póstumo al grande de los grandes, y entonces
sobre el bronce con letras de oro le digamos al Grande de los Grandes:
BOLIVAR NO HAS ARADO
EN EL MAR