Nuevo Instructivo para ingresar y permanecer en el Gabinete de Hugo

El día viernes 23 de Julio de 2010, apareció en Aporrea el Instructivo para permanecer en el Gabinete de Hugo, desde entonces, ministras y ministros, con mayor o menor intensidad lo hicieron suyo, como si se tratara de un credo; aunque en algunos casos el sacramento del cargo ha llevado a convertirlo en palabras previas a la persignación: “Con el manual me acuesto, con el manual me levanto…, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…, que no me envíe al Rodeo, que no me haga candidato”.

Al seguir el Instructivo con tan buenos resultados, la libre remoción no quita sueño, el vínculo con el Padre (el de aquí, no el de Cuba) aporta a la etnopsiquiatría y a la política, casos y situaciones inéditas e insólitas cuya dinámica demanda ajustarlo. Veamos:

  1. Al no contar con la ridiculez de la clase media típica, aspirantes y miembros de Gabinete la hicieron suya. La ridiculez en la clase media típica, educadita cara a cara y marginal cuando no es vista, protocolo y derrape en un solo ser, es natural: ingresa a una sala con las debidas reverencias y aullando a un pueblito del interior. La ridiculez se dificulta en la copia, cuando aspirantes y miembros de Gabinete quieren hacerla propia, un amor verdadero; convirtiendo a Hugo en Pepe Grillo, en la conciencia burlada. Sin desear asaltar el umbral de su risa, observe, de la misma vida real, la siguiente muestra: Cantar Canción mansa para un pueblo bravo, detrás de la letra y aplaudiendo al compás de los pollitos. Dudo de llegar a tanto por él…

  2. En el desempeño del cargo, subvierta (porque el apoyo de Hugo da para eso) los criterios de evaluación. No se pregunte si lo hace bien, regular o mal, pues ello podría asaltar lo que le reste de conciencia y autoestima, o peor aún, propiciar recelos en el seno del Gabinete. Para que lo aplaudan, feliciten y quieran, debe cagarla. Cagarlo todo con ingenuidad y alegría para despolarizar, para vivir viviendo al Gobierno.

  3. Recuerde el Punto 3 del Instructivo para permanecer en el Gabinete…, en ninguna circunstancia siga la palabra de Hugo, si lo hace, desde ese momento comenzarán a llamarlo un “qué se cree”. Este consejo o advertencia se debe al último descubrimiento del Jefe: “debo aprender a delegar”. ¡Cuidado con soltarse o quedarse dormido! ¡Cuidado con llamar socialista a una arepa! Declarar sin citarlo al comienzo, en el medio y al final y mucho menos inaugurar obras de envergadura; aunque se trate de una canchita, en este ineludible caso conceda el honor a un carismático del pueblo sufriente, dichoso de no ser nunca otro y ahora propósito de la Gran Misión Zaratustra. Usted firme, sin un pilín de serpiente y cándido como las palomas.

  4. Conviértase como sea (sin llegar a Nolia) en habitual invitado del Canal 8, así sabrá Hugo que Usted existe. El entorno comenzará a considerar su impacto, su arrastre, su lugar en la maquinaria, su poder de convocatoria, si “mueve o no mueve”. Si ha conspirado o firmado, no importa, si es déspota y morboso, tampoco.

  5. Cierre filas con Gobernadores y Alcaldes, vuélvase disponible para el Cogollo y de la bienvenida a quienes afirman ejercer su derecho al trabajo, a ser independientes en un Gobierno sumamente respetuoso. Cierre bien la puerta a todo aquel sospechoso de hacer críticas u observaciones a las condiciones. Si se le pasa algún Samancito fuera de perfil, apártelo y despídalo de inmediato, repórtelo y llámelo: Radical, divisionista, caudillo, sectario y grupalista, advirtiendo primero que lo respeta y lo quiere mucho, que debe entender los tiempos históricos.

  6. Si por puro milagro o ignorado tesón de alma adeca está cerca del Gabinete y próximo a recibir la bendición de Hugo, encargue con urgencia un rabo de paja. En ciertas ocasiones el Jefe recuerda la urgente necesidad de combatir la corrupción y la burocracia, la importancia del estudio riguroso, el trabajo duro, amaga con marcharse a Sabaneta, se amarga al constatar que la Revolución no cuenta con un Partido.

    Para esos momentos de un Hugo arrecho y preocupado, Usted debe tener más allá de la típica cara indicada en el Punto 2 del anterior Instructivo, la expresión de los personajes de la Revista Atalaya. Si le cuesta copiarse del león con mirada de siervo, le recomiendo tres:

    1) La de Aristóbulo cuando escucha: “Adelante a luchar milicianos…”;

    2) La de Héctor Navarro cuando le recuerdan la Academia de Altos Estudios Políticos y/o la Escuela de Cuadros; y

    3) La de Cilia cuando balbucea quejándose de los malucos.


             Postdata: El tercer instructivo es posible con el aquelarre en pleno desarrollo.

             antonio.rodriguez750@gmail.com







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Antonio Rodríguez


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